domingo, 18 de marzo de 2012

DESCUIDANDO EL AGUA, DESCUIDANDO LA VIDA…

En la Venezuela de hoy los problemas de toda índole afloran como los vientos que soplan en distintas direcciones. Pero la crisis nacional con la contaminación de las aguas reviste un carácter de suma gravedad, porque en ello está implícito el derecho a la salud y la vida de los nacionales. Más aún, sí miramos en contraste, que este es un país bendecido por Dios, cuyas reservas y potencialidades hídricas generan la admiración del mundo y porque en un contexto mucho más amplio albergamos los pulmones naturales más grandes del planeta, al cual sumamos millares de especies naturales y genéticas, que todavía ni siquiera conocemos con exactitud y que incluso, es materia pendiente su preservación.

Lo ocurrido con el derrame petrolero en el Río Guarapiche y la grave contaminación de sus aguas y el impacto terrible para el suministro de agua potable en el estado Monagas, ha sido la gota que derramó el vaso del grave problema de alteraciones en la composición natural de las aguas en el Lago de Maracaibo, Lago de Valencia, represas y embalses más importantes, de dónde se abastecen del agua de la vida millones y millones de venezolanos. Cuestión que, no sólo se debe a factores como los derrames petroleros (Monagas y el Zulia); sino también en los casos de -Carabobo, Aragua y Distrito Capital- a la presencia en estas aguas, de aguas servidas, residuos tóxicos industriales y químicos.

La reacción del gobierno ante esta grave crisis de contaminación de las aguas, ha sido desmedida y de un claro perfil ideo-político, cuando vocifera con su retórica habitual de “conspiraciones terroristas” las denuncias o cuando intenta desesperadamente de tratar de demostrar que éstas pueden ser consumidas y utilizadas, sin problemas de contaminación, por los ciudadanos de esas jurisdicciones.

El gobierno de Chávez ha sido irresponsable en el manejo de estos asuntos; no sólo por los “descuidos”, negligencia o no priorización en la atención del problema; sino también porque no se rinden cuentas por aquellos proyectos de saneamiento ambiental que se quedaron sin ejecutar o tienen poco avance en el mismo proceso de ejecución. Todos los ciudadanos tenemos derecho a saber, ¿qué se hicieron con esos reales?, por ejemplo, con el Proyecto de Saneamiento Ambiental del Río Guaire, dónde el mismo Presidente prometió bañarse en sus aguas, una vez concluido dicho proyecto, que hoy por hoy, se encuentra paralizado.

No es posible callar ante un gobierno que divulga ante el mundo su dizque “apasionado amor por el medio ambiente” y hace denuncias permanentes en contra de aquellas potencias que lesionan el patrimonio ambiental planetario; y al mismo tiempo en su praxis social e institucional, se comporta como un auténtico régimen ecocida y con pocas iniciativas sostenibles de garantizarles a los ciudadanos agua potable apta para el consumo, sin la presencia de esos odiosos agentes contaminantes que, progresivamente le restan años de vida a las actuales generaciones de seres humanos que habitamos esta patria. ¡A cambiar este modelo autocrático, para que todo sea diferente, garantizando la vida de todos¡

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