"SICARIATO" Y "TERRORISMO DE ESTADO EN VENEZUELA

Circula por medios impresos y la red social que el saboteo premeditado a una actividad político-electoral, programada por la oposición en Cotiza, Parroquia San José, Caracas, en días pasados; tiene una clara señal de utilizar como recursos extremos al “sicariato político” y “Terrorismo de Estado”. Promovidos por el oficialismo, pero utilizando en este caso, a miembros del “lumpen” de esa conocida comunidad; a quiénes, supuestamente, se les pagó Bs 250 para que dispararan a la concentración. Y lo hicieron, resultando herido de bala, como es sabido, el hijo del conocido Diputado y Secretario General del partido Podemos, Ismael García.

Las conjeturas en los corrillos populares y diversos medios es que las balas disparadas estaban orientadas a dar en la humanidad del candidato de la Unidad Democrática, Henrique Capriles Radonski. Cuestión que, sin duda, habría enrarecido al clímax la presente coyuntura electoral, porque está en disputa la Presidencia de la República. Y Capriles aparece en las encuestas y después de los resultados de las Primarias, con reales posibilidades de acceder al poder por la vía de los votos, el próximo mes de octubre de este mismo año.

En cualquier país, donde funcionan mínimamente los poderes públicos de una manera independiente, se habría abierto una investigación a fondo para determinar responsabilidades y llevar a los responsables de este acto criminal a la cárcel. Pero todos sabemos, al estar indiciado el oficialismo, cómo protagonistas de esto hechos detestables, ya es sabido que todo terminará en un simple saludo a la bandera. Verbigracia la impunidad reinante en el país ante los diferentes delitos (asesinatos, atracos, robos, secuestros…) que se cometen a diario y que vienen afectando a un sinnúmero de personas, grupos familiares y comunidades.

Lo analizado tampoco es un hecho aislado, sino que forma parte de un conjunto de estrategias y métodos fascistas que utiliza el gobierno para amedrentar, meter miedo a los ciudadanos y poder así perpetuarse en el poder como sea; sin detenerse a mirar valores, principios, ética y leyes establecidas. Ya son de decenas la suma de sindicalistas, dirigentes políticos y sociales que han sido víctimas del “sicariato” político y “Terrorismo de Estado” en la Venezuela actual. Lo que pasa que éstos son cubiertos con el manto del misterio y de investigaciones aparentes que jamás concluyen en nada o; son archivados como expedientes para proyectar el circo de que funciona la administración de justicia en esta patria denegada como tal.

En este orden, se han podido detectar las vinculaciones entre los sujetos privados de libertad por graves delitos, funcionarios de seguridad del estado y miembros del lumpen que residen en las barriadas del país; para tejer este entramado de complicidades para ejecutar acciones delictivas de sicariato, y “Terrorismo de Estado”, contando los mismo a su favor, con el ingrediente de la responsabilidad intelectual en manos de actores del gobierno y su partido. Es decir, la mafia de “malandros” en pleno desarrollo de sus actos ilícitos en contra de las leyes de la república, cegando la vida o reprimiendo a ciudadanos, cuyo único delito es pensar diferente al régimen.

Lo anterior, por supuesto, se enlaza con los altos índices de inseguridad y violencia existente en el país, para el “disfrute” de la élite que gobierna, de ese trofeo de ser la nación con la más alta tasa de homicidios en América Latina y una de las primeras en el mundo. ¡Basta de “sicariato” y “Terrorismo de Estado”!