viernes, 8 de junio de 2012

MARRAMUCIAS DEL PODER ROJITO

Los venezolanos pensamos que en las llamadas “salas del poder rojitas”, a donde se toman grandes decisiones en relación a asuntos delicados que afectan al Estado y la sociedad, serían muy útiles sí actuaran en beneficio del colectivo nacional, grupos sociales y hasta individualidades. Pero no ha sido así, por el contrario, cómo en aquellas cruzadas medievales; allí se llevan a la hoguera a los herejes opositores y disidentes, aún cuando la razón de la ley esté de su parte.

¿No es acaso lo que está ocurriendo con las organizaciones políticas PPT Y PODEMOS, donde la “mano peluda” de la élite del poder “chavecista”; deja esa estela de tufito podrido de la parcialización, a través de los entes supuestamente administradores de justicia, para colocarlos a favor de intereses políticos-electorales muy bien calculados? ¡Sería creernos imbéciles a los venezolanos -pensar distinto- cuando el historial anti-ético y de injusticias es lo prevalente!

Quizás emulando, al Generalísimo prócer independentista, Francisco de Miranda, gritemos como él en aquellos tiempos históricos tan tristes y confusos que le tocó vivir: “Bochinche, Bochinche, esta gente no sabe hacer sino bochinche”. Está muy claro para importantes sectores de la población de la Venezuela de hoy, que aquí se está confundiendo adrede el “bochinche” denunciado por Miranda en el ayer, con “revolución”.
El Libertador Simón Bolívar, en el Manifiesto de Cartagena (1812), alerta sobre las causas que condujeron a la destrucción de la República, con el menestrón de principios violados, actores desubicados y situaciones confusas: “corrió el Estado a pasos agigantados a una disolución universal, que bien pronto se vio realizada”.

La direccionalidad política, con las posturas destructoras de la República de las “rojos rojitos”, encuentra cada día más claridad con ese afán desmedido de aferrarse al poder por el poder mismo, donde las enseñanzas de Nicolás Maquiavelo, cobran inusitada vigencia, porque ese miserable objetivo destierra principios, valores, ética y códigos de conductas idóneos.
El poder del Estado y del partido de gobierno rojito se unen como los siameses, para corromper instancias de los poderes públicos y de una porción de ciudadanos, valiéndose de sus necesidades y carencias o, de las ambiciones de prebendas y privilegios, para salir en tiempo record de abajo, de las últimas escalas de la estructura social.

El aparato de Estado “chavecista”, no sólo como un monstruo del poder político, institucional y económico; sino también en lo mediático-ideológico estará al servicio de la candidatura del enfermo de Miraflores y de sus incondicionales. Por eso con la reserva moral del pueblo, con esas ansias irrefrenables de cambiar este estado de cosas; haremos retroceder y derrotar a esta Medusa de las mil cabezas de la maldad, marramucias, el odio y la destrucción del presente y futuro de la nación. ¡A movilizarnos, a organizarnos y a luchar en la calle…Capriles Presidente!

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