miércoles, 20 de noviembre de 2013

¡ANTE HABILITANTE AUTOCRÁTICA…CONSTITUYENTE DEMOCRÁTICA!

La disidencia está obligada a retomar la iniciativa política no sólo con la motivación, movilización y organización para las elecciones locales del 8D logrando un triunfo contundente, sino ir mucho más allá con la propuesta de convocar a una Asamblea Constituyente de claro perfil plural y democrática, ante la aprobación de una Ley Habilitante que le concede suprapoderes al déspota de Miraflores, cuyo objetivo es la de consolidar la tiranía procubana en todos los órdenes de la vida nacional.

La “inteligencia” de la isla de los Castro, con una larga trayectoria política en el ejercicio dictatorial y del uso de métodos variados para el control absoluto sobre la vida de los cubanos, impartió instrucciones a los delfines políticos del fallecido caudillo de Barinas para que, con una Ley Habilitante autocrática, se pasara a la radicalización del proceso y se clavara el colmillo de la implantación definitiva del modelo fracasado del modelo del “socialismo real” al más puro estilo del “Castrismo”.

La estrategia para esta operación trascendente de “huída hacia adelante” encontró asidero ante el entrampamiento cómo producto de la crisis y caos nacional que se vive en Venezuela en todos los niveles. En lo económico: por la completa paralización y quiebra del aparato productivo nacional, la escasez de divisas, la devaluación creciente de la moneda nacional ante el dólar, el proceso de endeudamiento endemoniado del país ante el “imperialismo chino” y; sobre todo, ante la escasez de productos básicos y una severa hiperinflación que rompe records internacionales

En lo social: porque el descontento y las protestas de los ciudadanos se viene expresando con los tsunamis locales ocurridos en Cumaná, Cariaco, Carúpano, Upata, entre otros. Debido a que los ciudadanos no tienen respuestas ante las crecientes demandas de solución a los problemas cotidianos de electricidad, agua, servicios públicos, inseguridad, atención en salud y vialidad. Y porque los salarios de los trabajadores se vienen diluyendo rápidamente ante un alto costo de la vida insostenible o peor, porque las mayorías nacionales se ven obligadas a hacer gigantescas colas para medianamente tener acceso a algunos productos de la cesta alimentaria básica. Los saqueos inducidos desde Miraflores fue un truco engañoso para paliar la arrechera nacional y culpar a otros de sus erráticas políticas y medidas.

En lo político-institucional: porque el Estado como tal no funciona y la ineficacia de las instituciones es evidente. El secuestro de los poderes públicos para el ejercicio de la politiquería barata y ese centralismo asfixiante hace que el ciudadano común no se sienta representado, al demandar respuestas a sus problemas de todos los días. Amén de que reina la impunidad y la parcialización roja rojita en la administración de justicia. La Constitución Nacional y derechos de los ciudadanos son letra muerta. El respeto a los derechos humanos de los ciudadanos sigue siendo una quimera, porque ni siquiera se garantiza el derecho a la vida ante el hampa desbordada y los gatillos alegres de los dizque “guardianes del orden”.

Los procedimientos para la convocatoria a una Asamblea Constituyente están en la vigente Constitución nacional. Es un mecanismo pacifico, democrático e incluyente para salir de la crisis. Ya la experiencia existe, porque en 1999 fue proclamada un proceso semejante y en pocos meses se desarrollo el debate, una vez votado el tema del Proyecto de Constitución en un referéndum. El poder constituyente sería el poder originario, que daría al traste con el actual poder constituido autocrático, corrupto, inútil y entreguista ante el régimen cubano. ¡Ante la Habilitante autocrática…Constituyente Democrática!

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