miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿LEALTAD Y AMOR AL DESASTRE?

La élite del proceso Castro-Madurista ha comprendido cabalmente que hay factores innegables de ingobernabilidad en Venezuela, que están erosionando a un ritmo increíble su rancio y descabellado Proyecto Venecuba, es decir de integrar indisolublemente a estas dos naciones en todos los ámbitos del esquema marxista, en la “estructura” (la economía y relaciones de producción bajo el dominio centralizado del Estado rojo) y la “superestructura” (instituciones, andamiaje jurídico y la ideología a la orden del “pensamiento único” comunista). Los Castro y Chávez lograron importantes avances en esa dirección, porque atacaron por el eslabón más débil el andamiaje político-jurídico.

Pero muerto el caudillo y la edad octogenaria de Fidel y Raúl han generado dificultades casi insalvables, de agonía. A tal punto que Dieterich (uno de los ideólogos del cacareado “Socialismo del Siglo XXI) declaró -recientemente- que este proceso “mal dirigido” y “distorsionado” por los “rasputines de Miraflores” tenía corta vida: “no llegaba al mes de abril de 2014”. De allí la desesperación de los delfines políticos (Maduro, Diosdado, Jaua y Ramírez), herederos “obligados” de los caudillos de adoptar medidas insólitas, cómo esa de decretar el próximo 8D como “el día de la lealtad y el amor a Chávez”.

Quizás el mismo caudillo, a sabiendas de su enfermedad terminal, en una de sus peroratas mediáticas llegó a decir, refiriéndose al por qué del fracaso de Ezequiel Zamora con la Guerra Federal de los cinco años: que con la muerte de éste “había muerto la esperanza de un pueblo”: “aquello se anarquizó y la revolución se retrogradó y fracaso”. Uno deduce: ¿No es lo que está ocurriendo ahora, a través del desgobierno de Maduro y su combo de ineficaces? La conclusión es evidente: las supuestas “revoluciones” que dependan de una sola persona, de un caudillo están destinadas al fracaso. Por eso fracasó Zamora, por eso fracasa el mismo Chávez y ni se diga Fidel. ¿O no?

Pero sí nos atenemos a las lecciones “gatopardianas” aquí el “fidelismo”, el “chavecismo” y ahora el “madurismo” lo cambiaron todo para no cambiar nada. Los resultados están la vista todo se anarquizó. Todo es un caos. Caos la economía (sin producción, escasez, hiperinflación, devaluaciones…). Caos social: descontento y protestas por todos lados porque no hay respuestas y soluciones a nada, a las calamidades sociales de los apagones, inseguridad, desempleo, falta de agua, deterioro de la salud y educación…O porque los excluidos están más excluidos y los enchufados y boliburgueses cada día más buchones de real y privilegios). Caos institucional: porque los poderes públicos está subordinados a los dictámenes de Miraflores, reina la impunidad y no hay Estado de derecho y justicia. En fin…un largo etcétera.

Los venezolanos debemos decidir: entre la lealtad al caos, despotismo “militarista”y al atraso…o la lealtad a la Constitución Nacional, la democracia, la libertad, Estado de derecho y justicia…progreso y bienestar para todos. ¡Vota el 8D por la Alternativa Democrática y el cambio! ¡Y con el ojo en la Constituyente que también es una vía que no pierde vigencia!



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