viernes, 8 de noviembre de 2013

MIEDO E INSEGURIDAD EN MIRAFLORES

Las reiteradas cadenas mediáticas, el aumento de las descalificaciones, insultos amenazas contra medios de comunicación y contra quienes piensen distinto y el anuncio de colocar sistemas antiaéreos en determinados barrios populares del país; es una clara e inocultable señal de que algo anda mal por los predios de Miraflores, es decir que hay clima de miedo e inseguridad ante el creciente y sostenido descontento popular por las políticas y medidas del oficialismo rojo que están llevando a la República al despeñadero.

Lo cierto es que ningún país del mundo tiene tanto “aguante” y resistencia por esa alza sideral de la escasez de productos básicos, inflación indetenible e infernal y ese clima de inseguridad colectiva por las arremetidas incontrolables del hampa y hasta de los mismos “guardianes del orden”, que despojan a los ciudadanos de sus pertenencias y de la propia vida en cualquier rincón de Venezuela. Amén de la corrupción a granel y derroche sin fin de los recursos de la renta petrolera. Con la añadidura de la pérdida total de la soberanía nacional, porque son los Castro de Cuba los que mantienen lazos de dependencia política absoluta sobre una élite tiránica, inepta y malandra que desgobierna hoy a la Patria de Bolívar.

Los micro-sismos o tsunamis sociales locales cómo el de Cumaná, Cariaco, Carúpano, Upata y otros que se han desarrollado en el país, me imagino encendieron las alarmas rojas en la Sala Situacional de Miraflores para que, ahora, en el desespero vociferen que está en plena “ofensiva” dizque “revolucionaria” por “lealtad y amor” al “supremo comandante” fallecido, quién sin duda colocó las primeras y gigantescas piedras del desastre y caos nacional, que en el presente padecemos los nacionales.

Tampoco el derroche Saudita para endiosar a Chávez, crear el mito de la inmortalidad o de supuestos poderes sobrenaturales para tratar de engañar incautos podrán salvarlos del castigo de la verdadera justicia y de colocarlos en el sitio adónde realmente pertenecen: el basurero de la historia.

Es verdad que las elecciones municipales del 8D deben convertirse en una especie de plebiscito contra este régimen autocrático, militarista, corrupto, mentiroso e inepto; pero el escenario de la calle jamás podrá desdeñarse, porque así lo refleja la historia de las luchas de los pueblos del mundo por la libertad, ansias de progreso y bienestar. La autoconvocatoria a jornadas de calle de la “sociedad civil”, pareciera indicar otro ritmo o combinación acertada de luchas pacíficas y democráticas para darle al traste con este infierno socio-político, todo por supuesto, en el marco de la Constitución Nacional. ¡Luchar y luchar hasta vencer! ¡No hay otra salida: democracia o tiranía!

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