martes, 8 de abril de 2014

¿DEL “SOCIALISMO TOTALITARIO”, AL “CAPITALISMO TOTALITARIO”?

Nadie puede decir: “de esta agua no beberé”, porque a la vuelta de la esquina, aunque trate de que no lo vean, los encuentran bebiendo de la misma fuente de agua. Los Castro y Maduro son el típico ejemplo, pese al disfraz de cinismo en sus rostros, de promover el odio destructivo a todo lo que oliera a “capitalismo”, hoy se abrazan e intimidad con éste, recurriendo arrastrados a saciar la “sed de la salvación, para no morir desahuciados con su fracasado proyecto del “Socialismo del Siglo XXI”. De ahí, un Maduro con su “paquetazo dictatorial” (“Plan de la Patria”) imponiéndolo a “sangre y fuego” en Venezuela y los Castros con una variante en la huida hacia adelante, pero con las “transnacionales imperiales”, convocándolas a invertir en cualquier área de la economía de la isla, menos en educación y salud. El mundo entero no sale de su asombro. Tanto nadar para terminar ahogándose en la orilla, dice un viejo y sabio corrillo popular.

Por supuesto, los Castro, ni Maduro o un Diosdado jamás reconocerán el desmadre económico, social, político y ético de su obstinado Proyecto del dizque “mar de la felicidad socialista”, financiado con los petrodólares venezolanos. Tampoco asumirán la responsabilidad de la carga monstruosa e histórica de los miles y miles de personas asesinadas, torturadas, heridas, atropelladas y encarceladas. Mucho menos asumirán la responsabilidad por el despojo arbitrario de empresas, comercios, tierras, fincas productivas, bienes e inmuebles; de la escasez, la irrefrenable inflación, sucesivas devaluaciones de la moneda o el desempleo galopante. Consecuencias, sin duda, del desplome y ruina de estos dos países, que fueron colocados en el objetivo antihistórico del derrumbe en la praxis, de la esclerosada teoría “marxistoide”.

La paja retórica “antiimperialista” y “anticapitalista” de los Castro, Maduro y Diosdado se seguirá oyendo con insistencia de sembradores de mitos, cuentos y leyendas, a través del poderío mediático y propaganda tarifada al estilo del Goebbels nazi-fascista alemán. Pero siempre la realidad será más esclarecedora y de abismal sabiduría con respecto a la teoría. Es decir: “Por más que la mona se vista de seda, mona se queda”, sí le hacemos caso al contenido de este otro adagio de la cultura popular.

Cada día son menos las personas que se dejan engañar por estos “cantos de sirenas”. Al contrario, cómo en el caso de Venezuela, ante la evidente engañifa de la utopía del “socialismo totalitario pro cubano”, un gran sector de la población del país, especialmente los estudiantes; tomaron las calles en protesta cívica, para contribuir a acelerar su derrumbe y comenzar a construir un futuro distinto con libertad, democracia, justicia, bienestar y progreso. ¡Nadie los detendrá!

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