martes, 29 de abril de 2014

TRABAJADORES CONTRA LA PARED TOTALITARIA

El fallecido encantador de serpientes asomó en sus primeros años de gobierno ciertas luces de redención social para la clase trabajadores y demás sectores excluidos socialmente, pero éstas se fueron apagando con la imposición de planes anti proletarios y del paradigma el “Estado soy yo” o, “yo hago lo me da la gana” desde las alturas del poder absoluto y la opinión de los demás “nada me importa”, excepto lo que determine el régimen cubano. Y el actual heredero “dictadorzuelo” de Miraflores, tampoco se ha preocupado por hacer algo trascendente en materia laboral -muy por el contrario- lo que ha hecho es despojar a los trabajadores, sin compasión alguna, de un conjunto de derechos constitucionales, contractuales y de beneficios establecidos en convenios internacionales de obligatorio cumplimiento.

De esta manera, el derecho a organizarse los trabajadores y desarrollar planes en el campo del ejercicio rutinario sindical, está siendo obstruido descaradamente por los distintos entes gubernamentales, mediante procedimientos policiales y paralegales. Son decenas los dirigentes sindicales sometidos a juicios amañados o son encarcelados. O peor: asesinados. Las organizaciones de trabajadores afectas a este desgobierno son las únicas que gozan de protección oficial y se les permite cumplir con roles especiales de control, “sapeo”, amenazas y realizar tareas político-ideológicas o de adoctrinamiento” comunistoide”. Un testimonio irrefutable de la conflictividad desgobierno-trabajadores: el encarcelamiento del Secretario General del Sindicato de Ferrominera (Guayana), Rubén González, por defender los intereses de los trabajadores y, la imposición de un régimen de presentación ante tribunales por meses. La férrea lucha con movilizaciones permanentes de los mismos trabajadores, logró finalmente de que se le librara de esa “camisa de fuerza” puntual del despotismo “castro-madurista”. Pero en general, la criminalización de la protesta en el seno de la gran masa de los trabajadores venezolanos, forma parte indisoluble de una política del actual Estado totalitario procubano.

Por otra parte, durante estos 15 años de desgobierno “Castro-Chavo-Madurista”, las políticas económicas han destrozado el salario, el empleo, beneficios laborales y calidad de vida de los trabajadores. El índice inflacionario es uno de los más altos del mundo. El salario mínimo está en el último lugar entre los países de América Latina, es decir en 66 dólares. Y el de Haití está por el orden de los 89 dólares, siendo uno de los países más pobres del planeta. ¡Somos una vergüenza ante el mundo en esta materia, dado a nuestra inmensa riqueza petrolera! Las expropiaciones y quiebra sostenida de empresas privadas han generado una gran masa de desempleados. Amén de la bancarrota en que se encuentran casi todas las empresas públicas (las Empresas Básicas de Guayana, por ejemplo). El empleo productivo prácticamente desapareció de Venezuela y el sector de la economía informal ha venido creciendo de una manera desmesurada. Estamos convertidos en un país de buhoneros, para la sobrevivencia de los que menos recursos tienen.

El modelo totalitario procubano selló su estruendoso fracaso en esta Patria de Bolívar. ¡La lucha por un país con un modelo democrático, soberano, próspero y de bienestar es nuestro camino! ¡Democracia o dictadura es nuestro dilema histórico! ¡Viva el primero de mayo! ¡Viva la clase obrera!



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