domingo, 13 de abril de 2014

¡PERVERSIDADES HUMANAS DEL TOTALITARISMO!

A uno le cuesta creer que haya tanta maldad en el alma de algunos seres humanos, pero ésta existe y la historia, vivencias o experiencias colectivas así lo confirman. Un sinnúmero de obras de la literatura mundial basan su trama en esa enfermedad terrible de muchos hombres de comulgar con las perversidades humanas; terriblemente monstruosas más allá de lo imaginable. La “Ilíada” escrita por Homero, por ejemplo, narra el fragor de las batallas y hazañas de Aqueos y Argivos por desavenencias familiares, en las cuales hasta los dioses del Olimpo se hacen partícipes de acciones malévolas con engaños y otros entuertos para favorecer los intereses subalternos entre los hombres.

“Los Miserables” de Víctor Hugo con su carga de conflictos dramáticos en medio de la miseria humana. “Fausto” de Johann Goethe con su Mefistófeles convertido en hombre para poder ser, nada menos, que el propio diablo. “Las Lanzas Coloradas” de Arturo Uslar Pietri o “La guerra del fin del Mundo” de Mario Vargas Llosa, que narran la lucha por el poder, por la independencia y por la libertad, con esa mezcla literaria entre realidades dramáticas “antihumanas” y la ficción… ¡son tantas las obras universales con esos contenidos!

En Venezuela, aunque uno esté propenso a convertirse en blanco de enconadas críticas de “tirios y troyanos”, se puede decir que hoy la élite de poder dominante, ya está en capacidad -por la realidad de los hechos y la historia viva- de superar con creces las tramas señaladas de la literatura universal. Por su propia carga de conflictos psicosociales inverosímiles, lucha de poderes y perversidades humanas luciferinas indescriptibles. Sin exageración alguna, cualquier intelectual de prestigio universal o local, tendría en sus manos el más “exquisito” y frondoso material documental, para pasar a la historia con una serie de best sellers de contenidos insuperables. Que lamentablemente han dejado sobre esta tierra de próceres la sangre vertida de futuro por el asesinato de tantos jóvenes por las “fuerzas del orden” de la tiranía y paramilitares tarifados. O por el dolor de los sufrimientos (a que éstos son sometidos) por las torturas que le infringen en las “cárceles de la muerte”, por instrucciones precisas de los amos del poder de estos regímenes criminales de Cuba y Venezuela.

Lo de ellos es conservar el poder dictatorial a toda costa y la riqueza petrolera que subyacen en el subsuelo de la Patria, sin importarles irrespetar el Estado de derecho y los Derechos Humanos consagrados universalmente en todas las legislaciones y convenios conocidos. Y sobre todo, lo más ruin, eso de tratar de arrebatarles a estos jóvenes sus sueños hermosos de lucha por la libertad, la justicia y la igualdad. De que puedan gozar de garantías para alcanzar objetivos de superación, progreso y futuro promisor en democracia. ¡La oferta del paradigma del Totalitarismo de Estado procubano represor y negador de libertades ciudadanas, representa todo lo contrario a estos sueños y utopías humanas de lo posible!

Estamos obligados todos los nacionales, a distanciarnos y combatir las perversidades humanas del totalitarismo envilecedor y nadar contracorriente a éste, con el contenido de contraste con la hermosa poesía al amor de Neruda: “Aunque no sea como está dispuesto/el amor llenará grandes barricas/como la antigua miel de los pastores/”

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