miércoles, 9 de abril de 2014

¿DIÁLOGO O ANTIDIÁLOGO CON LA TIRANÍA?

Nadie de la disidencia democrática, movimiento estudiantil y “sociedad civil” se niega al diálogo propuesto por terceros (gobiernos y parlamentos de Europa, EEUU y América Latina) para intentar que brille la luz en el túnel, en este tiempo tan aciago en la historia de la República de Venezuela. Pero la discusión y discrepancias está en las exigencias previas, agenda y sí éste es para salir de la dictadura o para oxigenarla, entre otros aspectos. Y mucho más allá: este desgobierno habla de diálogo, pero en la oscuridad de la noche juega el ajedrez de “ganar, ganar”. Pero sobre todo, muy por debajo de cuerda, no cesa en su intento de blindar, a “sangre y fuego”, su fracasado “Proyecto Venecubano”, “Plan de la Patria” y “paquetazo” socio-económico “hambreador”; atornillarse en el poder por tiempo indefinido y proyectar la ilusión de librar una denodada lucha “nacionalista”, “patriótica” y “antiimperialista”.

Es imposible desconocer al “movimiento resistencia cívico” (estudiantes, mujeres y una vanguardia de líderes locales, regionales y nacionales) que ha participado activamente en las “batallas” heroicas realizadas, en abismal desventaja por el uso del andamiaje bélico más sofisticado, por parte de las fuerzas del orden procubano, GNB, paramilitares asesinos, todo el aparataje del Estado despótico y del poder mediático a su servicio. Por esa posición de dar la cara y estar en el campo de batalla, este “movimiento de resistencia”, ha tenido que pagar un alto costo con varios de sus integrantes asesinados, torturados, heridos, encarcelados y perseguidos. Aunque es justo reconocerlo también dirigentes y militantes de la MUD, por ejemplo, han puesto mucho de su parte para desarrollar exitosas movilizaciones de calle y distintas jornadas de protesta cívica; pero jamás al nivel de compromiso del primero, ni tampoco por los costos humanos dejados en el fragor de estas luchas.

Y eso lo saben los Castro, Maduro, Diosdado y sus esbirros incondicionales…y esa es la razón del por qué emplean todas sus triquiñuelas para vetar la asistencia de miembros del “movimiento de resistencia” al evento de “diálogo” con los representantes de UNASUR. También por las exigencias que estos últimos han planteado: liberación de los encarcelados por motivos políticos, el cese a la represión… otros puntos de agenda, etc. Además, hay mucho escepticismo por la convocatoria a este “diálogo” con los cancilleres de UNASUR, porque todos sus integrantes, en distintos escenarios, han expresado su solidaridad automática con el régimen. En el decir popular, es algo así, como “zamuros cuidando carne”. Los intereses en juego son muy complicados, porque el régimen dictatorial ha sido muy “eficaz” en proveer a sus países de los petrodólares requeridos. La ética, transparencia, principios y el derecho internacional pasan a un segundo plano o, al basurero.

La disidencia tendrá que establecer mecanismos democráticos para ponerse de acuerdo y avanzar en la construcción de una sólida alternativa libertaria y de solución a los grandes problemas que sufren los nacionales…complejo el panorama, pero ¿qué otro camino tenemos?...porque como afirma la Magistrada Blanca Rosa Mármol de León: “El que tiene un problema es el gobierno: Quiere imponer el comunismo con una Constitución que establece la democracia”. ¡Resistir y vencer!... ¡Democracia o dictadura!



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