lunes, 24 de noviembre de 2014

¡A MAYOR CRISIS, MAYOR ABUSO DE PODER!

Sólo los estúpidos se taparían los ojos ante la realidad evidente de la profundización de la crisis y caos nacional en Venezuela, cuya secuela es el descontento irrefrenable y la protesta social en cada rincón de la República y, que amenazan con arrasar el fiasco escandaloso del cacareado “Socialismo del Siglo XXI”. Maduro, Cabello y sus incondicionales enchufados de la “teta del Estado”, han demostrado hasta la saciedad su incompetencia absoluta para resolver las ingentes demandas populares. No hay respuestas concretas a quiénes tocan con insistencia endemoniada las puertas de cada institución y organismo público, que están al servicio del régimen totalitario rojo rojito. Al parecer, una situación de paranoia colectiva ante lo dicho, mantiene fuera de sus cabales a las diversas miembros de las castas de poder, que solapan su fracaso estruendoso, a través de acciones de abuso de poder en contra de los derechos humanos de indefensos ciudadanos, que dejarían asombrados y como niños de pecho a los otrora y bestiales nazi-fascistas alemanes y a los “gorilas” militares del Cono Sur.

Han crecido situaciones increíbles de desigualdades sociales en el seno de los pobres y clase media del país y; ya no caben mentiras y manipulaciones, apoyándose en la jerga mediática repetitiva, fastidiosa y dizque “revolucionaria” y “patriotera”, de clara manufactura del modelo fracasado cubano. La escasez de los alimentos y medicinas luce inaguantable e inhumano. Amén de la insoportable inseguridad, desempleo, derrumbe de los salarios y la moneda nacional; deterioro abismal del sistema eléctrico nacional, de los servicios de agua potable, colapso de la red de cloacas y de todos los servicios públicos en general…la corrupción galopa y la administración de justicia e impunidad se encuentran sin un ápice de sensatez y de apego a la ley. Las cárceles siguen siendo antros del crimen y de la violación descarada de los derechos humanos. En fin, los nacionales están abandonados al azar de la sobrevivencia, al sufrimiento y a la indolencia oficialista. ¡Nadie aguanta esto!

El rechazo de los ciudadanos al desgobierno de Maduro crece como la espuma en el mar. Así, lo testimonian las encuestas nacionales y la calle que ya no habla, sino grita su descontento o, con la protesta social enérgica. La abstención del 94% de los militantes del Psuv en las recientes elecciones internas de ese partido, es sólo una muestra irrebatible. Un tsunami social se ha constituido en una seria amenaza real, peor –dicen- que “El Caracazo”, adónde murieron trágicamente centenares de venezolanos. La resignación silenciosa temporal, pareciera dar paso a una situación de conducta colectiva extremadamente beligerante. Se observa una actitud de los jóvenes y de los diversos grupos etarios de enfrentar con valentía la crueldad de los amos del poder cívico-militar en Venezuela. ¡La gente en la calle está gritando, ¡BASTA YA!

La poesía de Neruda-contundente y sabia- acompaña sin egoísmo alguno, a esa rebeldía que brota del alma y corazón de los irredentos venezolanos: “Al Golpe de la ola contra la piedra indócil/la claridad estalla y establece su rosa/ y el círculo del mar se reduce a un racimo, /a una sola gota de sal azul que cae/”

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