lunes, 17 de noviembre de 2014

¡SIN DERECHOS CIUDADANOS!… ¿PEOR QUE LOS NAZIS?

Observar la violación descarada de derechos constitucionales y de los convenios internacionales en materia derechos humanos en Venezuela…nos retrotrae a épocas superadas, a la pre-modernidad como aducen algunos estudiosos de las ciencias sociales. O peor a la otrora pesadilla del nazi-fascismo alemán o a las monstruosas dictaduras del “gorilismo militar” del Cono Sur. Pero, hasta en esos eclipses del sol de las libertades humanas, había ciertos códigos de honor que infundieron respeto para solventar ciertas situaciones, por ejemplo, en los campos de concentración del terror alemán. Me refiero a lo contemplado en la Convención de Ginebra, en relación a los prisioneros de guerra. En Venezuela, es lo preocupante, no estamos en una guerra, pero a los ciudadanos disidentes y privados de libertad por el ejercicio del libre pensamiento y libertad de expresión, son tratados con absoluta deshumanización y bestialidad. Peor aún, cómo sí se estuviesen participando en una guerra. La cuestión es sumamente grave y debe llamarnos –con urgencia- a la reflexión y acción ciudadana en la esfera nacional e internacional.

Los procedimientos bastardo que utilizan los dizque Tribunales de Justicia y la casta militar represora, son realmente deleznables, que más bien nos remontan a la Edad Media, con sus brutales y criminales “caserías de brujas”. Que responden, por supuesto, a la práctica de la ideología “marxistoide” cubana anacrónica y decimónica, que todavía se resiste a la caída del Muro de Berlín. Y que, el caudillo fallecido militarista de Barinas adoptó y, el heredero a dedo de Miraflores Maduro -sigue incondicionalmente- como los loros de los jardines familiares. El aislamiento de Leopoldo López en las mazmorras carcelarias, sin recibir siquiera los rayos del sol por semanas y, privación de la libertad de Alcaldes disidentes, estudiantes, dirigentes sindicales y twitteros. Con la aplicación de torturas físicas, psicológicas y hasta de bañarlos con excrementos humanos, expresa con claridad el clímax del uso de procedimientos deshumanizados, que superan con creces la barbarie nazi-fascista alemana.

Las aberraciones contra los derechos humanos en Venezuela son tan graves, que la mismísima ONU, a través del Comité Contra la Tortura en Ginebra, hizo que compareciera el desgobierno de Maduro, para que respondiera ante decenas de casos presentados por las ONGS y familiares afectados por esas prácticas criminales. Sus respuestas son tan cínicas y abultadas de mentiras, que dejaron en el ambiente de este organismo internacional, el sabor de que algo está muy podrido en Dinamarca.


Por cierto, estas violaciones a los derechos humanos, no sólo cubre lo relatado en este escrito, sino que se extiende a las violaciones de derechos ciudadanos y constitucionales en materia económica (escasez, inflación y devaluaciones); derechos sociales (seguridad, empleo, deterioro salario, derecho a la salud, educación y seguridad social). No podemos permitir que este cuadro infernal siga imperando. ¡El cambio radical del modelo totalitario cubano impuesto en Venezuela, es una necesidad impostergable! ¿Quién tiene dudas?

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