jueves, 17 de septiembre de 2015

¡COLAPSO DEL MODELO MILITARISTA CHAVISTA!

Con aquellas peroratas mediáticas de casi todos los días debemos recordar la insistencia permanente del fallecido “Comandante Intergaláctico” de anteponer la cacareada “revolución socialista y humanista” ante el “capitalismo salvaje deshumanizado”. Para lo cual el Estado nacional, como un todo, debía ponerse al servicio absoluto de ese propósito. Cobijado bajo el manto de los hermanos Castro, construyó así un tejido sociopolítico y socioeconómico de intrincados intereses de férrea factura nacional e internacional. El aspecto central de esa direccionalidad nunca se cansó de repetirlo era una alianza cívico-militar, pero que desde siempre él mantuvo la inclinación hacia lo militar. A partir de ese momento el “militarismo” lo presentó como la panacea a los males de la República, articulado por supuesto al proyecto ideopolítico del “Socialismo del Siglo XXI. Por eso, sin lugar a dudas, el colapso del modelo chavista en todos los ámbitos, es el colapso también del esclerosado paradigma “militarista”.

No obstante, Chávez, magistral para las escenas teatrales y de circo con mucha frecuencia aclaraba que su “proyecto cívico-militar bolivariano” no tenía nada que ver con las tenebrosas y criminales dictaduras conocidas del Cono Sur, porque la composición social de las Fuerzas Armadas Venezolanas era diferente al resto de América Latina y porque ésta tenía muy arraigado el concepto de “progreso social” y sobre “lo popular”. Pero “olvido” un “pequeño detalle”, un sinnúmero de sus componentes ya persistían en conductas reprochables en la búsqueda de la riqueza fácil por los distintos “caminos verdes”, que fueron flexibilizados aún más con el uso inapropiado de los resortes del poder del “Estado chavista”, que sumado en amalgama generó el Frankenstein de las corruptelas de la hoy conocida tiranía.

Peor aún: la tal alianza cívico-militar degeneró de tal manera que, en los más sonados casos de escándalos por corrupción en el país, es muy difícil que no se cuente con la presencia en dichos “guisos” de un miembro del componente militar. Amén del civil alto enchufado de “cuello rojo”. El pregonado “nacionalismo y antimperialismo” chavista ha sido, entonces, la patente de corso para defenestrar con sadismo las arcas de la nación. Por eso el componente militar no han sido tan prusiano a la manera de los regímenes del Cono Sur, pero sí muy embarrados por casos de corrupción, en desmedro de los intereses nacionales y, en especial de las clases más desposeídas, que sufren como nunca en el presente de ser excluidas del derecho al pan, la salud, la seguridad personal, la educación, la vivienda…en fin de una vida digna, decente y de verdadero progreso social.

Las “cortinas de humo” (atizar problemas limítrofes, “estados de excepción” en varias regiones, “guerra económica”…) seguirán sobre el tapete de la opinión pública, porque en esos juegos maquiavélicos de los amos del poder rojo rojito cívico-militar, la caca de la corrupción, la ineptitud y el descalabró socio-económico; a éstos le sirven para tapar un poco el colapso absoluto del modelo chavista de ayer y el de hoy con sus herederos (cuestionados al máximo como ignorantes y represores) como Maduro y Diosdado. ¡Viva la lucha por la libertad y la democracia! ¡Resistir y luchar es vencer!


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