domingo, 27 de septiembre de 2015

¡NO MENDIGUES DERECHOS!…¡EXÍGELOS!

Ninguno de los paradigmas universalmente conocidos de sociedad ha logrado a plenitud erradicar por completo la pobreza y la violación de los derechos humanos de las grandes mayorías. Continúa siendo hoy en día un gran desafió para las presentes y futuras generaciones. Pero el modelo “socialista”, que se vendió como la panacea ante los males estructurales socioeconómicos del capitalismo, ha fracasado de una manera rotunda y aplastante. Rusia y China como otrora símbolos del fin de la explotación del hombre por el hombre y de la emancipación imperial occidental, ya dejaron atrás esa retórica y hoy se ven abrazados al odiado “imperio” y hasta se reparten territorios geopolíticamente, en aras de sus intereses, porque no decirlo, “imperiales”.

Y el régimen cubano que todavía ladraba a los cuatro vientos su “antiimperialismo gringo”, acosado por una grave crisis nacional, se arrulla en la actualidad con esos conocidos cánticos de la niñez a Obama o a McDonald. Y de los que más que aúllan todavía la jerga “antiimperialista” y de “revolución socialista” (que pueden contarse con los dedos de una mano), entre otros, el “chavismo-madurismo”, presenta un cuadro de agonía socioeconómica y política, que mantiene en vilo a nacionales y a la opinión pública del mundo entero. Es cuestión de meses su derrumbe total, sí aceptamos los análisis situacionales y prospectivos de tirios y troyanos sabiondos.

La palabra “resistencia” que era propia de los actores “anti imperiales” y “anticapitalistas” se trasladó a los protagonistas -de los ahora- luchadores contra las tiranías totalitarias “comunistoides” de Cuba y Venezuela, por ejemplo. Éstas, para despecho de sus defensores, son consideradas una auténtica tragedia humana, adónde millones de personas son lanzadas al mayor de los desamparos y vida miserable…sin alimentos para saciar el hambre y sin medicamentos para garantizarles el derecho a la salud y la vida. Amén de acosarlos y reprimirlos para tratar de privarlos de las banderas principistas de la libertad, derechos ciudadanos y la democracia. En el caso concreto de Venezuela, cada día, la resistencia dejó de ser pasiva para transformarse en activa contra el régimen rojo rojito del “militarismo” trasnochado y del “populismo clientelar” del atraso y la ruina de la República.

Una vanguardia de la resistencia activa integrada por múltiples organizaciones ideopolíticas disidentes, en conjunto con las esperanzas de redención social de las mayorías oprimidas, se abre paso firme ante las conjuras cotidianas de la tiranía en esta Patria de Bolívar. Para ofrecer una plataforma contraria a los intereses de la dominación totalitaria, que ya casi camina en el umbral de los 17 años de mantenerse en el poder del Estado y la sociedad a fuerza del garrote vil, las mentiras, las manipulaciones y la compra de conciencia con los recursos acumulados de la corrupción.

El momento que transita Venezuela es realmente complejo y de mucha incertidumbre, pero los ciudadanos conscientes debemos dar un paso al frente para defender nuestros derechos que son consustanciales con el ser social, de conquistar una sociedad libre y democrática, de valores éticos productivos y humanistas; que sea capaz de satisfacer las necesidades básicas de todo ser humano de alimentación, salud, educación, seguridad personal y laboral; de cultura, deporte y recreación. ¡6D, la primera cita!

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