¿FUTURO TOTALITARIO-MISERABLE O DEMOCRÁTICO?

Venezuela se encuentra en una encrucijada histórica: o da el salto hacia adelante en la conquista de un futuro en libertad, democrático y de hondo progreso integral. O se queda rezagado apegado a un modelo de país totalitario del fracaso, militarista, ineficiente, corrupto, de grave escasez de bienes y servicios; improductivo y pestilente en la praxis ideo-política del fascismo puro, porque acorrala y viola impunemente los derechos humanos de los nacionales. Cualquiera que haga un ejercicio de comparación de los índices de desarrollo socioeconómico alcanzado con respecto a otros países, se da cuenta que lo dicho es una verdad del tamaño del cielo: evolucionaron positivamente muchísimos los países del mundo y Venezuela, con el régimen castro-chavista, ha hecho todo lo contrario: acercándose a niveles de miseria entre los países más pobres del mundo como Zimbawe, Zambia, Haití, Guatemala, Liberia y la Franja de Gaza, entre otros.

Un indicador común en los países referidos es la falta de alimentos y medicinas para satisfacer elementales necesidades humanas, relacionados con el derecho a la vida. Viven en permanentes y severos conflictos internos y externos, que han obligado a millones de sus habitantes a luchar desesperadamente por sobrevivir, al huir hacia otros países en calidad de inmigrantes. Otro indicador común es que los regímenes que desgobiernan en dichos países han privilegiado las corruptelas, la violación de derechos humanos y la compra de armas de la muerte, por encima de planes serios para erradicar la pobreza, las desigualdades sociales y la vida miserable.

Una muestra inocultable de lo referido, es el clamor de millones de venezolanos por alimentos, medicinas y otros productos y servicios básicos. La tiranía de Maduro, de una manera cruel y descarada, anunció la compra de 15 aviones rusos Zukhoi, valorados cada uno en más de 20 mil millones de dólares. Mientras las escuelas básicas y universidades carecen de presupuestos idóneos para responder a los requerimientos de los comedores estudiantiles, libros para las bibliotecas, insumos y equipos para los laboratorios, financiamiento para reparaciones y ampliaciones de la infraestructura física; o de ajustes dignos a los sueldos de los docentes, del personal obrero y de apoyo administrativo.

Amén de las carencias de insumos, equipos y medicinas en hospitales y ambulatorios para brindar atención humana a las mayorías pobres de la ciudad y el campo. De igual modo, médicos y enfermeras padecen las penurias de la inseguridad personal y de remuneraciones miserables e indignas. No hay pues, mensajes positivos para elevar las condiciones de vida de la gente, sino prédicas “guerreristas” por conveniencia ideo-política, al atizar conflictos fronterizos con Guyana y Colombia. Y quién ose disentir es hostigado, encarcelado, torturado o despojado de derechos ciudadanos constitucionales e inalienables.

Pero lo trascendente es mirar hacia adelante, luchando y resistiendo ante la tiranía. Mantener una voluntad firme y férrea de cambio hacia ese futuro democrático y de extraordinario progreso social. Venezuela cuanta todavía con inmensas potencialidades y de recursos de toda índole. ¡Estamos obligados a vencer!... ¡Abajo la tiranía!