lunes, 18 de febrero de 2013

¡REVOLUCIÓN SIN ÉTICA Y REACCIONARIA!

Aferrado dogmáticamente a la tesis “marxistoide” de que toda “revolución” lleva implícito sacudones y acciones violentas que irrumpan contra el orden establecido, representado en el Estado y la sociedad (Revolución Francesa, Revolución Rusa, Revolución China, Revolución Cubana…), producto de las contradicciones y lucha de clases; la élite de poder “castro-chavecista” sistemáticamente trata de atizar una salida violenta, que le permita mantenerse en el poder por tiempo indefinido, a propósito de contar con el poder del “militarismo” más reaccionario y sin ética; milicias populares y colectivos armados.

Por cierto en todas la “revoluciones” nombradas, incluyendo la “chavista”, siempre han enarbolado banderas hermosas de redención social a favor de los oprimidos y “condenados de la tierra”. Pero, a lo largo en el tiempo, los resultados han sido desastrosos por las pérdidas humanas, atraso, miseria, ruina y pobreza. Ninguna ha logrado éxito cómo experimento socio-político, a despecho de Marx, Lenin, Mao, Fidel…y el propio Chávez.

En el caso de la “Revolución Bolivariana”, es el paradigma “gatopardiano” el que adquiere vigencia: “Cambiar todo, para no cambiar nada”. Porque el país está “patas para arriba” y no se le ve el “queso a la tostada”: leyes por doquier, expropiaciones de grandes extensiones de tierras productivas, empresas, bancos y comercios.
Eliminación, en la práctica, de la independencia de los poderes públicos y la concentración de éstos en manos del Chávez omnipotente, de Maduro, o un Diosdado. Denegación de justicia y derechos constitucionales; persecución y cárcel a voces críticas y disidentes al régimen; prevalencia de un clima de inseguridad y violencia; devaluación de la moneda, escasez e inflación incontrolada…

La imposición de todo un sistema rojo-rojito, que pone el acento en la demagogia y el populismo , el engaño, la manipulación, el derroche y la corrupción por encima de la verdad, la razón, la justicia, las leyes, la democratización del poder, la ética y los principios de la honradez, la responsabilidad, amor por el trabajo y por el país.

Lo más actual: el llamado “Paquetazo rojo” que ha enardecido a todos los sectores sociales, por el efecto destructivos sobre los bolsillos de los más pobres y la clase media venezolana (exceptuando a la boliburguesía y élite cívico- militar que se han enriquecido hasta más no poder).

Es el testimonio indiscutible de que estamos en presencia de un proceso socio-político engañoso que nos lleva directo al precipicio. Y sobre todo por la conducta entreguista de esta minoría autocrática “criolla”, ante los planes estratégicos de dominación del régimen cubano, liderados por Fidel y Raúl. Unos auténticos “dinosaurios” en esta etapa civilizatoria de la postmodernidad universal, de esperanzado bienestar, progreso y futuro de libertad y democracia para todos.



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