sábado, 27 de diciembre de 2014

2015: ¿AÑO INFELIZ, PEOR QUE 2014?

Aunque corra el riesgo de que me tilden de “agua fiesta”, es mi deber alertar, al coro con otros venezolanos preocupados por la grave situación del país, que el próximo año 2015 estaremos de “mal en peor” con respecto al 2014, porque el desangramiento del patrimonio económico nacional por el desgobierno Castro-chavo-madurismo ha sido bestial, sin parangón nacional e incluso mundial. Así lo indican todos los indicadores socioeconómicos y muchísimos ciudadanos en la calle. Por lo tanto la convocatoria es a la reflexión, pero también a las acciones pacíficas de calle y electorales, aferrada siempre al mandato constitucional para exigir un cambio radical de rumbo, ante un “Titanic” que se hunde en las aguas profundas del no retorno. Pero, veamos las evidencias y testimonios de lo que muestra la realidad de las cosas y podamos manejar la información ilustrativa:

El “bajón de los precios petroleros” alcanzó límites históricos, siendo éste la principal fuente económica-financiera del país, que coloca a la República contra la pared, porque jamás se aceptó la otrora propuesta nacional de ilustres venezolanos (Arturo Uslar Pietri y de Juan Pablo Pérez Alfonzo) de “sembrar el petróleo”. Al contrario de la lógica y la sensatez de una sana administración de nuestros recursos en épocas de abundancia. Se derrocharon éstos a granel al estilo “saudita” y se incurrió y permitió perversas prácticas de corrupción. A tal punto que a estas alturas del juego, ni siquiera está preso un “chinito”, como en la época de Recadi, ante el robo descarado de 26 mil millones de dólares de CADIVI, a través de empresas de maletín y negocios turbios. El actual heredero de Miraflores por decisión “dedocrática” del “Comandante Intergaláctico (también culpable de lo que ocurre hoy día) se ha hecho el “loco”, al voltear y utilizar a la “justicia ciega” sólo para perseguir y encarcelar disidentes y críticos, en lo que respecta a su pésima y gris gestión gubernamental.

Tampoco hay indicios de que se reducirá en el 2015 la escasez de alimentos, medicinas y otros rubros básicos. Y menos aún descenderán los índices hiperinflacionarios, que azotan como demonios de los propios infiernos el bolsillo de los nacionales. La quiebra del aparato productivo nacional, inducido desde las alturas del poder de la tiranía, hace imposible que, a corto y mediano plazo, éste se restablezca y se oxigene la libre oferta y demanda de productos y servicios. Y las importaciones que cubren el enorme hueco deficitario, no es posible continuar haciéndolo en gran escala, porque no hay suficientes dólares para llenar este vacío con record histórico. La oleada de préstamos y de endeudamientos de este desgobierno hacia otros países (China, Rusia…) ya no alcanza la viabilidad necesaria, porque éstos se sobrepasaron y es casi imposible continuar dependiendo de la -entrega por deuda- de petróleo a futuro. Los anaqueles estarán más vacíos que nunca y la desesperación de los venezolanos por satisfacer sus necesidades básicas alcanzará límites insospechados. Los tsunamis sociales, al parecer, ya no serán una amenaza, sino una realidad indetenible.

Y para colmo de los males socioeconómicos que nos azotan, las reservas internacionales cayeron en un 50% y no habrá manera de pagar las deudas a otros países, las remesas financieras por importaciones o, para los viajes al exterior por diversos motivos. El caos y el desastre generados por este desgobierno rojo rojito se pierde en el espacio sideral. El “infeliz” año 2015, se sentirá como la poesía de siempre del Neruda de Chile: “Enmarañada, silbante región de mi patria salvaje,/lianas cuyo beso mortal se encadena en la selva,/lamento mojado del ave que surge lanzando su escalofrío,/oh región de perdidos dolores y llanto inclemente!”. ¡La lucha por la libertad, la democracia, el bienestar y el progreso de todos, no admite más dilaciones, ni tampoco la indiferencia de tantos nacionales!

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