domingo, 28 de diciembre de 2014

¡VENEZOLANOS!: ¡NO SEAMOS TAN INOCENTES!

Con mala intención han venido callando progresivamente la voz de los medios y de la disidencia en general, a través de la represión con saña, procedimientos judiciales amañados, privando de la libertad a muchos críticos, luchadores políticos y sociales dignos y, hasta con la sangre de futuro en las calles de Venezuela. Aunque jamás podrán detener el tsunami de cambio que se expresa con fuerza en el seno de millones y millones de nacionales. Esa oleada de rebeldía incendió la pradera para ir pulverizando, en estos tiempos de Dios, a ese modelo fracasado de país del hambre, pobreza, ruina, corrupto, represor y perverso; que hoy por hoy lo representan los defensores de los intereses del régimen “Venecubano”.

Hay un sentimiento nacional de exigir un ¡basta ya! ante tanta mediocridad en el ejercicio de la gestión gubernamental, al odio enfermizo, a las divisiones inducidas, a las mentiras y manipulaciones. Y que se frene por siempre ese barco sin rumbo, que va a la deriva, que se hunde en el pantanal de la pobreza, la carestía de alimentos y medicinas, la inflación endemoniada, creciente desempleo y, ante ese manto de terror de la cultura de la violencia y la inseguridad que nos arropa a todos y, que nos amenaza con dejarnos sin el aliento de un futuro promisor.

El ¡No Hay! es el pan nuestro de cada día en cada rincón del país, porque se conformó un poder omnipotente de Estado, que se adueñó de todo y donde apenas podemos sobrevivir de las importaciones de los alimentos, medicinas y otros rubros básicos. Con el agravante de la carencia de las divisas necesarias, que está haciendo posible de una manera planificada, esa vieja aspiración de los “marxistas dictatoriales cubanoides” de mantener un control absoluto sobre la conducta de los ciudadanos, so pena de suspenderles el racionado mendrugo de pan. Una nueva forma de esclavitud sin duda, disfrazada con la supuesta conquista del “mar de la felicidad”, a través del mamotreto de la figura del “Socialismo del Siglo XXI”, sólo para engañar “inocentes”.

El modelo “militarista cubano” se ha venido imponiendo con el control de todo el poder mediático, para ponerlo al servicio del Estado absolutista. Y los pocos medios que quedan de la llamada “prensa libre”, se les acorrala con procedimientos irregulares, de no concederles las divisas para la adquisición de papel o porque en aras de la seguridad del Estado la tv y emisoras, sólo pueden divulgar informaciones de su total y absoluta conveniencia. La censura y la autocensura han funcionado con la eficacia de apagar progresivamente las informaciones diversas y ejercicio del pensamiento plural, siendo las redes sociales casi el único reducto de resistencia que queda de los gritos masivos diarios de exigencia de ¡libertad!

Pero los sueños de libertad no podrán ser arrebatados por la tiranía “militaroide cubana”, ni con el control del CNE, El TSJ, la Fiscalía, la AN; ni por los “colectivos armados” tarifados para segar la vida de jóvenes y disidentes. La disidencia de millones contra este status quo rojo rojito criminal, corrupto, hambreador y pervertido se ha convertido en un tsunami irrefrenable de lucha en resistencia pacífica, democrática y constitucional por la libertad y un futuro radicalmente distinto.

El amor por la libertad tiene sabor eterno. Y parafraseando a Neruda, él lo ratifica con su poesía de siempre: Y así como no tuvo nacimiento/ no tiene muerte, es como un largo río,/sólo cambia de tierras y de labios (…) Y cuando esté recién lavado el mundo/nacerán otros ojos en el agua/y crecerá sin lágrimas el trigo/






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