viernes, 26 de diciembre de 2014

¡EL DESORDEN NACIONAL!

A nombre del mamotreto modelo del “Socialismo Siglo XXI”, el fallecido caudillo Chávez y su heredero a “dedo” Maduro, destruyeron buena parte del país en todos los órdenes de la vida nacional. A tal punto que el ideólogo originario de este Proyecto Heinz Dieterich, ha venido cuestionando y denunciando públicamente que lo hecho por ambos cabecillas en Venezuela es un disparate. Y árbol que nace torcido, dice un viejo refrán, ni que lo fajen chiquito. Así, la improvisación y los dictámenes de las chocheras de los fracasados hermanos Castro han sido la “brújula” perdida de estos hechos anti-históricos. Cómo en la novela “El Gatopardo” cambiaron todo, para no cambiar nada. Y hoy todos los venezolanos pagamos los platos rotos de esta increíble irresponsabilidad.

Sin embargo, “no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”. Una buena parte de los nacionales hemos salido a la calle para decir ¡ya basta! ante tanto desorden y caos en todos los rincones del país. Y las voces de ¡cambio ya! han sonado tan fuerte que se vienen escuchando en todo el planeta (hasta en los Parlamentos y Gobiernos más importantes del mundo en Europa, EEUU y Canadá, por ejemplo). Los estudiantes, como siempre en la vanguardia de estos procesos históricos, se han encargado de este glorioso despertar nacional, aún a costa de muchos sacrificios con sus sus propias vidas y soportar con heroicidad admirable la represión brutal, las torturas, desapariciones, cárcel, amenazas y hasta humillaciones del pudor. Los “gorilas” del rancio militarismo cubano-venezolano y los “colectivos armados” por el régimen, son los señalados por la opinión nacional e internacional y las propias víctimas de haber cometido estos delitos crueles y crímenes de lesa humanidad. Y los autores intelectuales, por consiguiente, son los dos dictadores octogenarios de la Habana, la élite autocrática de Miraflores e incondicionales de la sargentería.

Destruir el “orden burgués” es uno de los propósitos de la cacareada monserga “marxistoide”, si nos atenemos a la lectura en los manuales polvorientos, que dejaron para las bibliotecas Marx, Lenin o Mao. Por eso el “ilegítimo”, quien jamás terminó de leer un libro en su vida, ni tampoco concluyó estudios de formación en alguna institución educativa del país (no tenemos información de Colombia); sólo se ocupa, cual capataz de hacienda, de “pulverizar” a todo aquel que piense distinto, a través de sus “hazañas” de mandarlos a hostigar, reprimir, juicios amañados, encarcelar o torturar.
Pero a su vez, como un “loco de carretera”, le da palos a la economía: devalúa a la moneda, expropia empresas y comercios a diestra y siniestra; super-endeuda al país a los chinos, entrega las reservas de oro a Cuba, regala petrodólares a distintos países para comprar liderazgo internacional; permitió actos de corrupción gigantescos con los dólares de Cadivi con total impunidad…y pare usted de contar. Las consecuencias están a la vista de todos: desabastecimiento grave de productos alimenticios, medicinas y otros rubros; inflación infernal, desempleo, salarios deprimidos; caída bestial de la producción nacional, crecimiento abismal de la delincuencia, aumento exponencial de la pobreza crítica y un largo etcétera.

¿Qué hemos hecho los ciudadanos? …tomar las calles del país para ejercer el derecho a la protesta social cívica por reclamos de derechos constitucionales negados o regateados y, la exigencia de cambio en la conducción del país!…Ejercer el planteamiento de refundar a la República bajo parámetros democráticos, respeto a los derechos humanos y libertades ciudadanas y, un verdadero estado de derecho y justicia… ¿quién puede dudar ahora de lo justo de estas exigencias ciudadanas, a propósito de las volteretas del régimen cubano hacia los brazos del “odiado imperio”, ante la absoluta inutilidad del modelo impuesto por ellos y sus aliados entreguistas en Venezuela? ¡Seguimos teniendo la palabra y las acciones! ¿O no?

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