PERVERSIDADES CONTRA DERECHOS HUMANOS EN VENEZUELA

Aquí no se trata de competir con otros países sí violan más los derechos humanos que en Venezuela, porque al parecer esa es la discusión que se quiere plantear malintencionadamente a lo interno y fuera de nuestras fronteras, a propósito de la última reunión de los países que integran el ALBA. Es decir, crear la excusa de que supuestamente el “imperio mismo”, viola más los derechos humanos que Venezuela, por lo del reciente escándalo de la CIA, en la que aparece involucrada con este tipo de delitos, según la investigación que adelantan los poderes públicos autónomos de ese país. Los cuales –sin duda- funcionan, alejados de la incondicionalidad del Poder Ejecutivo. Y en Venezuela, la cuestión es radicalmente diferente: lo que decía Chávez ayer u ordena hoy Maduro es lo que hacen, sin rechistar, todos los demás poderes del Estado (la praxis sociopolítica-institucional de la tiranía). Violan así descaradamente lo que establece la vigente Constitución Nacional de Venezuela: la autonomía en la toma de decisiones de los distintos poderes públicos. Bailan joropo sobre la Carta Magna.

Ninguna persona sensata podría decir hoy en Venezuela, que no se están violando los derechos humanos. Sería un contrasentido, cuando lo obvio es inocultable: los casos simbólicos de los presos políticos, estudiantes, dirigentes sindicales, luchadores sociales y de críticos al régimen. O de algo evidente: las masacres de presos comunes en las cárceles del país. O las humillaciones represivas e ilegales a que son sometidos los familiares y amigos de los presos políticos y comunes. Un largo etcétera podría formar parte de los abultados testimonios y expedientes sustanciados ante los Tribunales de Justicia, Fiscalía u organismos internacionales sobre esta materia. Pero, la impunidad (en general) ha reinado y los entes administradores de justicia sólo han mostrado sordera y de estar ciegos (adrede, complicidad) ante la violación descarada de los derechos humanos en esta Patria de libertadores. En Venezuela no hay justicia.

Testimonios sobran en relación a la situación de violación descarada de los derechos humanos de nacionales: los casos de Leopoldo López (Cárcel de Ramo Verde), del Gral Baduel (Ramo Verde) y de su hijo estudiante (cárcel de Uribana); de los Alcaldes opositores; de los estudiantes presos en distintas cárceles del país por sólo participar en protestas pacíficas, a raíz de los eventos del 12F. En todos esos casos referidos, las torturas y las agresiones físicas y psicológicas han estado a la orden del día. Nada se ha hecho, por ejemplo, con los funcionarios implicados en los delitos de torturas. Ni tampoco ante los actos criminales de los militares y policías señalados de quitarles la vida a ciudadanos indefensos que protestaban en las calles de Venezuela el 12F y después de esa fecha. Ni pio ante los abusos de poder contra más de 2000 personas, que se encuentran bajo régimen de presentación. Mutis total ante las masacres en las cárceles del país, adonde han perdido la vida 109 presos comunes (Uribana, 2013-2014)…Y silencio sepulcral ante incontables personas que diariamente son asesinadas por el hampa, con o sin uniforme, en todo el territorio nacional. E incluso los casos de más 124 policías víctimas de la inseguridad. ¡Impunidad, impunidad, impunidad! Y el régimen se rasga las vestiduras porque ya el mundo está abriendo los ojos (La ONU, varios parlamentos y gobiernos del mundo, personajes públicos de quehaceres distintos…y lo más reciente el pronunciamiento categórico del parlamento de EEUU…

Todos los amantes del respeto de los derechos humanos universalmente, estamos seguros que llegará el día en que triunfe la justicia en Venezuela…y como lo profetiza los poemas de Neruda: “Aunque no sea como está dispuesto/ el amor llenará grandes barricadas/ como la antigua miel de los pastores/”