sábado, 13 de diciembre de 2014

FRONTERAS DEL ABANDONO Y DESIDIA “OFICIALISTA ROJA”

Nunca ha habido políticas de Estado hacia la frontera venezolana, aun cuando antes de la llegada de la “revolución bonita” se asomaron importantes avances en relación a planes y estudios interesantes en materia ambiental, sociopolítica, socio-antropológico y estratégico. Por lo tanto, a estas alturas del tiempo continúa una ausencia total de la presencia del Estado en la conformación de una política soberana, activa y de una auténtica y sostenida visión productiva. Las acciones en materia fronteriza en el presente son improvisadas y con un claro sello de impacto mediático de politiquería barata y “patriotera”, por ejemplo, la lucha contra el “contrabando” de combustible, alimentos, medicinas y otros rubros. Con una clara intención de engañar incautos, se está haciendo ver que, en las acciones de los militares y cuerpos de seguridad; está centrada en gran parte, la lucha frontal y definitiva contra la cacareada “guerra económica”; proveniente de fuerzas foráneas malintencionadas (“imperiales” y aliados) y, no cómo producto del fracasado modelo totalitario de factura cubana.

Para quienes hemos vivido por muchos años en la frontera venezolana (en mi caso en la Amazonia venezolana), tenemos cierta claridad de comprensión sobre los problemas en la frontera venezolana, porque además, uno ha participado en planes específicos en el área docente, investigación, salud pública, comunicacional y de “intervención” comunitaria en el seno de poblaciones “criollas” e indígenas. Y pasa el tiempo y se observa una repetición de los mismos errores y de imposición de “planes” fallidos. Porque así mismo, se viene desdeñando la información sistematizada y conocimiento científico. Amén de no saber intervenir sobre los consabidos problemas de salud (malaria, tuberculosis, desnutrición, oncocercosis, diarreas, enfermedades respiratorias y de transmisión sexual; etcétera); educación, vivienda, seguridad fronteriza, invasiones foráneas (garimpeiros, colombianos irregulares y ahora de chinos); minería ilegal, etnocidios; ecocidios, genocidios, asentamientos poblacionales impositivos y de proyectos socio productivos.

¿Qué viene ocurriendo en el fondo con las intervenciones sociales?, apartaron lo sustancial y básico: el enfoque intercultural y bilingüe, sin la debida participación protagónica de la dirigencia y pobladores indígenas, salvo casos excepcionales. No hay -sin duda- una correspondencia entre los publicitados instrumentos legales aprobados por el desgobierno ojo rojito en pro de la población indígena y, la realidad del abandono con su problemática socio-antropológica de siempre, entre las cuales destaca las continuas muertes por malaria en los asentamientos de los Yanomamis, en la frontera con Brasil. O las acciones represivas continúas de los militares (sin formación para trabajar en zonas indígenas) en no saber determinar qué son productos del “contrabando” y qué se corresponde con la dinámica socio-comercial ancestral en estas zonas de fronteras. O porque el virus de la corrupción y de implantar el terror con las “fuerzas de las armas” (con el conocido “bájate de la mula”) afectan con mayor intensidad (calidad de vida) a estas poblaciones del abandono y desidia “oficialista”, de esta tiranía del poder “militarista” “Venecubano” (¿de qué soberanía nacional vociferan?).

Y el poeta del amor Neruda, una y otra vez, nos acompaña en esta lucha libertaria, por el bienestar de todos: “Desde Quinchamalí donde hicieron tus ojos/ hasta tus pies creados para mí en la frontera/ eres la greda oscura que conozco:/en tus caderas toco de nuevo el trigo/”





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