martes, 20 de octubre de 2015

¡INCAPACES PARA GOBERNAR!

Resulta prácticamente imposible que los resentidos sociales y acostumbrados a vivir de las dadivas de las personas que sí trabajan y producen y, les haya correspondido ocupar espacios de gobierno y tareas gerenciales, su desempeño para resolver problemas colectivos e institucionales se les pueda catalogar de eficientes y exitosos. Al contrario, se muestran al desnudo lo que verdaderamente son: personas incapaces y plenamente identificadas con los antivalores de la deshonestidad, corruptelas, la truculencia, perversidades, mentiras y el engaño. Por eso, es casi una regla natural en el presente contexto, que la tiranía roja rojita en Venezuela seleccionó a los más mediocres para ejercer los altos cargos de enchufados, en el seno del aparato de Estado nacional dizque “revolucionario y socialista”. Es decir, a mayor mediocridad, mayor la posibilidad de ocupar los más altos cargos en la cúspide del poder totalitario. Y viceversa.

De esta manera, Maduro y sus ministros de economía no podrían resolver jamás los graves entuertos en esta materia, cuando adolecen de las herramientas para hurgar en las causas de los graves problemas económicos que padece la República. Su histeria de castas de poder, sólo atinan a lanzar medidas espasmódicas y sin concierto del “ensayo-error”, acompañado del repetitivo y cansón discurso demagógico ideo-político “castrista” de que todo lo hacen a nombre del “pueblo”, por el “interés supremo de la Patria”, contra el luciferino “capitalismo” y el lobo feroz del “imperialismo gringo”.

Y en paralelo, los buitres tarifados se encargan de arrasar con todo lo que consiguen a su paso, mediante los perversos mecanismos del “exprópiese” a industrias y comercios productivos. O aplicando procedimientos amañados para importaciones abismales (boliburguesía) de escasos productos básicos, medicinas y tecnología “chimba”. Comenzando de esta forma esa infernal espiral que suma inmensos privilegios y riquezas para una minoría, en detrimento de las mayorías sociales excluidas. La pobreza resurge así con más ímpetu y, las metas del milenio (ONU) para reducirla ensancha su brecha de lo inalcanzable.

De esta manera, el fracasado modelo totalitario se amalgama con la ineptitud de los amos del poder, para que observemos hoy ese triste y patético espectáculo de la Empresas Básicas de Guayana quebradas, a Pdvsa sobreviviendo con los reales de préstamos solicitados a China. O las empresas de alimentos sin inversiones, sin divisas o sin materia prima para lograr las metas de los productos requeridos y saciar la necesidad de la alimentación obligatoria para millones y millones de nacionales. Se cambió la concepción productiva y ética de trabajo por la sinvergüencería de lo menesteroso, paternalismo de estado y clientelismo del PSUV.

Y todavía una minoría se resiste al cambio…y ésta no podrá impedirlo, porque el cambio se sembró en el alma y corazón del pueblo venezolano. El valor de la libertad y de los principios democráticos encontró en los venezolanos conscientes ese torrente popular irrefrenable de la trascendencia, por encima de la pestilente mediocridad de los referidos incapaces que gobiernan en Miraflores.

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