martes, 6 de octubre de 2015

¡PROTESTAS Y DESCONTENTO SOCIAL!

No es cuento de caminos lo que está ocurriendo en las calles y en cada rincón del país: la multiplicación de protestas sociales, asociadas al descontento contra la tiranía de Maduro y sus acólitos. Sí ésta en sus cálculos sociopolíticos y represivos-fascistas se jugó la carta de generar “Estados de Excepción” para frenar esa oleada de protestas y descontento, generando miedo y terror, se equivocó estrepitosamente. La gente no ha cesado de expresar –por diversos medios- su inconformidad. No ocurrido (eso es verdad) el presagiado tsunami nacional, pero -es evidente- se han producido micro-tsunamis locales en varias regiones del país.

Una muestra de lo dicho es lo que aconteció en la ciudad de Carúpano, estado Sucre: habitantes de varias comunidades llevan días (y mucho más tiempo) protestando en las calles y trancando vías por el grave problema del desabastecimiento de agua, cuya negligencia e ineptitud del desgobierno de Maduro para solucionar esta situación raya en lo increíble. Ese clima colectivo de molestia, se asoció a un hecho importante de abuso policial contra miembros de una comunidad de la periferia de la ciudad, que luego degeneró en duros enfrentamientos entre la gente enardecida y la incompetencia policial para controlar la situación por medios civilizados. Saldo lamentable: un muerto, varios heridos y bienes públicos incendiados.

En casi todo el estado Sucre las protestas sociales son hechos cotidianos, desde hace tiempo, por razones del pésimo funcionamiento de los servicios públicos (agua, electricidad, sistema de cloacas, vialidad, servicios de salud y educativos; desmejoras producción y laborales; entre otros). Son casi a diario las trancas de vías locales o nacionales; quemas de cauchos, manifestaciones de calle ante los entes gubernamentales o en los propios sitios de los problemas referidos. Y por igual se repite las promesas oficiales de resolver las situaciones planteadas, que luego pasado el tiempo, se incumplen y el ciclo asume su rol de volver una y otra vez sobre lo mismo, con las reacciones airadas de las poblaciones locales afectadas. Amén de los enfrentamientos en las propias colas por alimentos y otros rubros (“fuerzas del orden” y ciudadanos), por los eternos retrasos o limitadas ofertas de los productos en expendios del Estado o privados. Al contrario de la tesis de la conformidad de la población ante las colas de la escasez, se siente una multiplicación de la arrechera colectiva y la tiranía aparece como responsable. Y no la mediática y mentirosa tesis de la “guerra económica”.

Esa muestra de inconformidad local y regional se refleja en las informaciones, análisis y resultados de todas las encuestas en el contexto nacional, incluyendo hasta las mismas encuestadoras oficialistas. Así, por ejemplo, la vocería de Hiterlaces declaró públicamente: que “está ganando el descontento”. De esta manera, sin lugar a dudas, existen condiciones objetivas y subjetivas para concluir en relación el fracaso estrepitoso del modelo “castro-chavo-madurista”, después de 16 años de retrocesos, entuertos y locuras abismales en materia económica, social, política, institucional, derechos humanos, justicia, laboral, soberanía nacional y sobre todo en el aspecto moral y ético. El cambio suena esperanzador en el alma nacional. ¡Nadie lo detendrá, pese a las triquiñuelas y abuso de poder del régimen! ¡El 6D, es la primera cita!



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