¡SOMOS PEONES DE LOS IMPERIOS CHINO Y RUSO!

No podemos dudar a esta altura del juego de la geopolítica mundial, que países como Venezuela (por su riqueza petrolera, hídrica y grandes extensiones de biodiversidad ecológica) siempre ha estado en la mira de la codicia de las grandes potencias mundiales. Sólo que, con Chávez y su inefable heredero Maduro, con la dizque “revolución bolivariana”, “socialista” y “antiimperialista” se vendió la ilusión de que seríamos un país soberano e independiente del “imperio gringo” y jamás seriamos peones de esa fuerza externa, para abultar sus capitales y ganancias.

Por eso, todo lo cambiaron en el área jurídica-institucional, ideopolítica, económica y social. El eje de su direccionalidad estratégica: construir un nuevo Estado socialista, bajo la dirección de un “bloque de clases” (integrado por trabajadores, campesinos, clase media revolucionaria y pueblos indígenas). Y después de 16 años los resultados a la vista: desastre institucional. Desastre en la economía. Desastre político. Desastre social. Desastre moral y ético. Se construyó fue un Estado de Mafias poderosas de “militares y civiles”. Y en consecuencia, ni por asomo, se conformó el supuesto “bloque de clases” de los desposeídos, que hoy por hoy –por el contrario- gritan su arrechera por el engaño, en las colas de la escasez o en las casas de cartón de cualquier barrio de vida miserable del territorio nacional.

Y como corolario a esta catástrofe pasamos los venezolanos a ser simples peones de los imperios chino y ruso, bajo la conducción política del fracasado castrismo-cubano, que no cesa en su afán menesteroso de vivir pegado a la teta petrolera venezolana, cuyo dividendo económico-financiero, amainó por años y años la grave crisis socio-económica que sufre todavía la población mayoritaria de esa isla del caribe.
La entrega de la República a estos “imperios” mencionados raya en lo obsceno, porque no sólo se enlazó en materia petrolera, industrias básicas de Guyana, minas de oro, “chatarra militar”, grandes proyectos de construcción de infraestructuras…sino también de extensos territorios. De esta manera, el cacareado control de todo por el Estado totalitario “cívico-militar” está precedido del absoluto control de Venezuela por estos imperios y por el régimen castrista. Los recientes conflictos limítrofes con Colombia y Guyana fue otra mascarada “patriotera” para esconder el rol asqueroso de peones, en los procesos de expansionismo imperial de chinos y rusos, en la tierra del Libertador “Simón Bolívar”.

En el marco de esta realidad no es pertinente que, en aras de atender lo inmediato, la vanguardia de la disidencia nacional, voltee sólo a mirar por un lado y descuide el hecho bochornoso de que somos en la actualidad el patio trasero de chinos y rusos, unos simples peones en el ajedrez de la geopolítica de estas fuerzas externas. La lucha entonces, va mucho más allá del tema electoral, que por los vientos que soplan están a favor de las fuerzas del cambio. ¡Viva la libertad y la democracia! ¡Fuera de nuestro país las fuerzas de ocupación cubanas, chinas y rusas!