miércoles, 27 de enero de 2016

MADURO: ¿SIGUE SENTADO SOBRE LAS BAYONETAS?

Sí viviera Talleyrand, un estadista, diplomático, político y de una inteligencia sin igual de la época de Napoleón, se reiría a carcajada al ver con asombro a Maduro sentado sobre las bayonetas para a duras penas permanecer en el poder, hasta que el cuerpo de la soledad política aguante ¿O hasta este año 2016, como lo predicen los analistas y en especial el ex -asesor de Chávez, el sociólogo de origen alemán, Heinz Dieterich?). Porque Talleyrand, lo sentenciaba y advertía a cada rato, para referirse a los errores políticos de Napoleón a quién él asesoraba: “la bayonetas sirven para todo, menos para sentarse sobre ellas”.

No se conoce modelo sociopolítico totalitario y militarista alguno que haya sobrevivido a situaciones tan críticas y graves como la venezolana en la actualidad: la -“tormenta perfecta”- la han bautizado los entendidos en la materia ante el hundimiento absoluto de la economía nacional (quiebra del aparato productivo nacional, devaluaciones sucesivas y abismales de la moneda nacional ante el dólar, hiperinflación galopante y líder planetario, déficit de dólares para importaciones, escasez grave de alimentos, medicinas y rubros básicos; bajón de los precios del petróleo, endeudamiento atroz con China a cambio de petróleo a futuro; caída drástica de las reservas nacionales…). Es decir, el uso de las bayonetas para apagar los posibles estallidos sociales, el hambre colectiva y la desesperación de la gente; resultaría -a todas luces- insuficiente, a no ser que se pretenda superar en hazañas genocidas y criminales otrora Hitler alemán o del Pinochet de Chile.

Todas las estrategias de distracción del foco central de la crisis se han caído ante el peso de la realidad, por ejemplo, con lo de busca pleito, al incentivar esa especie de “nacionalismo a ultranza” para que fluya una confrontación (¿salvadora?) con EEUU, Colombia o España. ¡No lo han logrado! porque hay un inmenso despertar de la conciencia de las mayorías nacionales (¡jamás analfabeta!), que han aprendido a oler las mentiras, manipulaciones y retórica insulsa. El 80% de rechazó a Maduro de la población nacional (según la mayoría de las encuestas) es un indicador indiscutible de que la gente no está comiendo cuentos. Así condenen injustamente en la cárcel (para intentar sembrar miedo colectivo) a opositores con sanciones extravagantes, monstruosas e inaceptables (casos: Leopoldo López, Ledezma, Baduel, estudiantes y el resto de los presos políticos).

El aislamiento político del régimen es inexorable ante los nacionales y el mundo entero. La derrota política con la pérdida de la mayoría de la Asamblea Nacional los tiene al borde de la locura total. Sólo les quedan las bayonetas de la represión y acciones de “terrorismo de estado” (con ayuda de sectores tarifados del lumpen, delincuentes o escoria social). El “castro-chavo-madurismo” ha destrozado, sin remordimiento alguno, los valores democráticos y derechos humanos a la vista de todo el planeta. Se han colocado de espaldas a las sabias reflexiones de Talleyrand: “Jamás estar aislado, no importa lo poderoso que se sea. Y esa es toda la política”. No tomar en cuenta lo dicho por él, hasta hoy ha tenido nefastas consecuencias para los amos del poder temporal en cualquier sociedad y, más aún entre los regímenes totalitarios. Amanecerá y veremos. ¡Unión, organización y lucha para vencer!... ¡Viva la libertad y la democracia!

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