jueves, 21 de enero de 2016

“SOBERANÍA” MAMPARA VIOLACIÓN DERECHOS HUMANOS

Bajo las instrucciones del régimen castrista y siguiendo fielmente su guion, desde la época de los desgobiernos del “Comandante Intergaláctico” hasta el hoy también desgobierno de Maduro, el tergiversado concepto de “soberanía” se ha venido utilizando como mampara para ocultar las brutales violaciones a los derechos humanos de los nacionales y en especial de la vanguardia opositora y disidente. E incluso mucho más allá, para ocultar las trasnochadas alianzas subterráneas con grupos irregulares del submundo de la subversión guerrillera y terroristas de toda laya del campo internacional (¿frente mundial “antiimperialista” contra EEUU?). O cómo se ha ventilado (gran prensa mundial) y procesando (en Tribunales gringos) de la participación activa de grandes enchufados civiles y militares de la tiranía chavo-madurista en el gran negocio del narcotráfico internacional. Las evidencias sobre lo dicho forman parte de los frondosos expedientes a los referidos personajes que están privados de libertad en las cárceles gringas o, que están señalados públicamente, pero gozan de la protección del Estado totalitario en tierra venezolana (¿?).

De esta manera con el argumento discutible de defender a ultranza la “soberanía nacional” y siguiendo los elementos de la direccionalidad del “castrismo” – Chávez antes y ahora Maduro- han bailado joropo sobre los derechos humanos de los venezolanos, al utilizar estrategias que van desde el uso del estamento legal (cuando les conviene) a lo ilegal y viceversa. O de lo institucional a lo no institucional y, al revés. O más aún con la consabida alianza cívico-militar con sus acciones políticas han mantenido siempre en tensión a la sociedad y al Estado. Pero enseñando constantemente los dientes de la amenaza de hacer uso de la “revolución armada” (“militares afectos” y “colectivos armados”), cuando las circunstancias políticas no le son favorables. Amén de la trillada “olla” de las “conspiraciones” recurrentes para reprimir, encarcelar y violar los derechos humanos de los que piensan distinto a su fundamentalismo ideopolítico “marxistoide” (Leopoldo; Ledezma, Baduel, Afiuni, Ceballos…estudiantes).

Pero estas posturas cínicas de la supuesta defensa de la “soberanía” de Venezuela para hacer todo lo contrario de su retórica “humanista”, contra las “injusticias sociales”, “inequidades” y “defensa de los derechos humanos”, se caen por el propio peso de la realidad, la verdad y la razón: crecimiento de la pobreza y la exclusión social, deterioro grave de las condiciones de vida de todos los miembros de la sociedad, en especial de los más pobres; escasez de alimentos y medicinas, quiebra de la economía productiva, desempleo, hiperinflación, grave situación de violencia e inseguridad personal; resurgimiento de las enfermedades prevenibles e inoperativa de los servicios de salud por falta de equipos e insumos y; pare usted de contar. Así sea, el deslave ético por la corrupción, derroche, narcotráfico e ineptitud gerencial.

Sin duda alguna, caminamos hacia un cambio radical de este paradigma fracasado, hipócrita, mentiroso y falso con la victoria política opositora alcanzada el 6D. Pero el camino sigue siendo espinoso y difícil. Pero el grito de libertad y democracia ya alcanzó a todos los estratos sociales y, se escucha con mucha fuerza en las esferas internacionales, para que unidos, organizados y movilizados podamos ver en definitiva la luz del túnel.

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