jueves, 10 de marzo de 2011

"CAPITALISMO DE ESTADO AUTOCRÁTICO" CONTRA LA CLASE TRABAJADORA

Debe ser muy triste para quienes, enceguecidos por el poder centralista y absoluto, descubrir después de 12 años en el ejercicio de éste, que no todas la tenían consigo, porque la supuesta columna vertebral de su modelo de estado y sociedad – el cacareado “socialismo revolucionario”- la mismísima clase obrera lo cuestiona con manifestaciones de calle, paralizaciones laborales y otras formas de lucha; rompiéndose el encanto de aquél paradigma retórico del paraíso prometido, cuyas expresiones terrenales son –ahora- las violaciones sistemáticas a las convenciones colectivas, desconocimiento de las organizaciones y liderazgo sindical; cárcel, hostigamiento y persecuciones hacia los principales dirigentes del movimiento obrero.

De esta manera las conjeturas sobre el particular van y vienen entre los analistas y estudiosos del tema con la pregunta: ¿qué pasaría? o mejor, ¿qué está pasando?. Cuando no hay un solo día en que la apabullante propaganda oficial nos señale que vamos por “buen camino” en materia económica, social, política, institucional y ética. Lo más reciente: las intervenciones del ciudadano Presidente de la República y los integrantes de su gabinete ministerial en la Asamblea Nacional, para la presentación de la “Memoria y Cuenta”, en un show mediático sin precedentes, arrojaron cifras a más no poder para intentar “defender lo indefendible” de una gestión gubernamental, que fue calificada con antelación, por el hoy fallecido principal ideólogo del PSUV, General Müller Rojas de “pésima”.

La realidad siempre más sabia que la teoría nos muestra sustancialmente algo diferente a la teoría de los cuadros y cifras estadísticas oficiales, cuando los trabajadores y los ciudadanos en general salen a la calle y no saben si regresan por el gravísimo clima de violencia e inseguridad que se siente en cada rincón del país; o cuando van al mercado y no consiguen los productos básicos para la alimentación, uso personal o, porque éstos son vendidos a precios no accesibles; o cuando los jóvenes en edad de trabajar, frustrados por no poder tener acceso al mercado laboral, emigran a otros países o simplemente son empujados al camino del ocio y la mala vida; o cuando la clase obrera y su familia ni siquiera pueden contar con una mínima eficiencia de los servicios básicos de electricidad, agua, aseo urbano, transporte, aguas servidas y otros.

Las políticas y acciones gubernamentales no han estado orientadas a combatir a fondo los flagelos señalados; sino que en un afán enloquecido por protagonizar impactos mediáticos y de una supuesta lucha contra el “capitalismo” expropia terrenos productivos, empresas activas y prósperas; apartamentos y pare usted de contar. Interviene y nacionaliza empresas básicas como las de Guayana y las deja a merced de la buena de Dios sin las inversiones adecuadas, mantenimiento o una sana administración. Resultados: “paralización técnica”, corruptelas o colapso absoluto de las mismas, a tal punto que, por denuncias de la misma masa trabajadora y dirigencia sindical se ejecutan importaciones en rubros que, hace algunos años, se exportaban a otros países y generaban rentabilidad al país.

Ellos dicen que estamos en el umbral de un supuesto “socialismo” y la realidad de los indicadores señalados es que caminamos por el rumbo torcido de un vulgar “Capitalismo de Estado” de neto corte autocrático, cuya fase de epílogo recaerá, en gran medida, en las luchas firmes de los trabajadores en alianza con el movimiento estudiantil, campesino, comunitario, clase media, militares conscientes, eclesiástico, empresarios nacionalistas y sectores intelectuales.

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