LUIS FUENMAYOR TORO: ¿LAS INJUSTICIAS DE LA JUSTICIA?

Conocí personalmente a Luis Fuenmayor Toro en una de las tantas visitas que hizo a la Amazonia Venezolana, cuando se desempeñaba como Rector de la UCV y acogía con pasión de beato religioso el impulso del “Proyecto Amazonas” a finales de la década de los ochenta. De esta manera, al encontrarme en el desempeño de actividades profesionales en esa Frontera de “Tierra de Selva” y más aún por ser oriundo de la región; sentía un regocijo enorme porque alguien de la investidura de él se ocupara de promover el encuentro de los saberes académicos con los saberes de la diversidad cultural y étnica presentes en ese territorio mágico, para generar –entiende uno- la síntesis de múltiples realidades en consonancia con la matriz histórica socio-cultural nacional y regional.

Luis Fuenmayor entendió, con suma inteligencia de propulsor de ideas inéditas, que este Proyecto de la UCV en Amazonas, rompería con ese enfoque centralista de la educación y formación, que dejaba a un lado el peso específico de la variedad de culturas aborígenes, su idioma, cosmovisión, concepto de territorio, historia y experiencias de sus civilizaciones específicas. Pero más aún se comenzarían a formar profesionales del campo de la salud y antropología bajo una nueva concepción.

Yo recuerdo haber participado por espacio de más de 14 años en el proceso de formación de médicos, bioanalistas, odontólogos y nutricionistas; a través de la figura de Asesor-Tutor que me proporcionó la Escuela de Salud Pública de esa casa de estudios. No sé las cifras de cuántos se graduaron en el Amazonas, previa a esta exigencia académica. Pero los sueños de Luis Fuenmayor se concretaban en el quehacer del proceso de formación de nuevos profesionales que aprendieron a amar la variedad que encierra esa “Tierra de Selva”, pero también su fragilidad ecológica y de las etnias, que pone en riesgo cualquier proyecto de desarrollo, sin que éste sea avalado por los diagnósticos acertados y conocimiento científico de estas realidades.

En este mismo hilo del recuerdo de las experiencias vividas en el contexto del “Proyecto Amazonas”, fueron múltiples las iniciativas y la sistematización de información académica valiosas en aquellos encuentros con la Asociación de Universidades Amazónicas –UNAMAZ, el Caicet, Cendes, del Servicio Autónomo Para el Desarrollo Ambiental Del Amazonas y del Consejo Científico y Humanístico –CDCH-; entre otros.

Pasados los años, a Luis Fuenmayor le hacía seguimiento a través de sus ejecutorias en el campo institucional, del quehacer académico y escritos permanentes por la prensa nacional en relación a temas del acontecer socio-político del país. Hasta que, hace apenas dos años, nos volvimos a reencontrar, como en aquellos tiempos en Amazonas, coincidiendo en múltiples puntos de vistas ideo-políticos en el movimiento “De Frente con Venezuela”, en la búsqueda de una opción diferente ante la extrema polarización irritante en que vive el país nacional.

Por esa razón, independientemente de las conductas desviadas en que podamos incurrir los seres humanos, de los cuales nadie está exento; el proceso judicial en el que está incurso, no deja de tener elementos que generan dudas y suspicacias a cualquier ciudadano, por el hecho indiscutible de que la administración de justicia en esta Venezuela de hoy se ha estado prestando para la venganza política y personal. Amén de que, a Luis, al amigo y compañero de lucha, se le están poniendo obstáculos para su defensa y para un proceso judicial diáfano y transparente.

Tengo fe Luis, de que el sol de la justicia brillará, como ese soberbio Orinoco que se nutre de los manantiales de agua dulce y del agua de las lluvias para darle continuidad a la vida no sólo de la majestuosa selva del Amazonas; sino también a través de los distintos Proyectos académicos, científicos y socio-políticos que, como esos árboles frondosos, sobresalen a los ojos mezquinos y egoístas de la mediocridad mundana.