CONTROL DEL ESTADO Y DERECHOS CIUDADANOS

Las autocracias han establecido formas múltiples para tratar de controlar a los ciudadanos e impedir que éstos puedan ejercer, sin gríngolas o mordazas, la libertad de pensamiento, de expresar ideas y opiniones en relación a infinitos temas que atañen a las personas en el contexto de su entorno social, relaciones socio-históricas, ideologías o en las maneras inéditas de cultivar el desarrollo creativo de la inteligencia humana, para colocarla al servicio de los mejores intereses de una sociedad determinada.

De esta manera quien podría pensar que, pasado centenares de años, ese gran filósofo griego Platón al utilizar por primera vez el concepto de “cibernética”, con la acepción del “arte de gobernar” o el mismo creador de esta disciplina como ciencia en 1942, Norbert Wiener, pero ya como sistemas integrados de “comunicación y retroalimentación”, se encontraría que, siendo ésta una de las grandes revoluciones por varios siglos; los regímenes autocráticos contemporáneos los perseguirían, como las cruzadas medievales a los herejes, para desaparecerlos de la faz de la tierra.

Lo anterior es pues historia viva, sí nos remitimos a los acontecimientos “revolucionarios” en el Medio Oriente (Túnez, Egipto, Yemen, Argelia, Irán y Libia) cuando en la actualidad los ciudadanos continúan luchando en las calles, aún a costa de sus propias vidas, contra los muros de contención a la libertad; por parte de las autocracias y monarquías que se resisten a los cambios socio-políticos irrefrenables de esta era contemporánea. O también en la Cuba actual, cuando el Estado “socialista” pretende controlar ese principio humano inalienable de la libertad de grupos organizados de ciudadanos, que desean expresarse y comunicarse a través de los sistemas cibernéticos actuales y las redes sociales; catalogándolos de “cibermercenarios”. O también en la Venezuela de hoy, cuando la actual élite autocrática que gobierna, ha estado ensayando distintas fórmulas, asesorados y apoyados por la experiencia controladora del gobierno cubano, para frenar las redes sociales y expresiones individuales que proliferan como las aguas de los manantiales o de las aguas de lluvias en época de invierno.

En las sociedades regidas por gobiernos autocráticos se mantiene la concepción de que el Estado es el supremo y absoluto hacedor de cosas; siendo el individuo un objeto de sus políticas y pautas de comportamiento. Se anula de esta forma la capacidad creativa y crítica de los ciudadanos. Pero la rebeldía de los ciudadanos siempre estará presente, porque el principio de libertad forma parte de la naturaleza social de cada persona, independientemente de la sociedad donde viva. Sumando otros testimonios: los jóvenes estudiantes de las Universidades Venezolanas que se mantienen en huelga de hambre, poniendo en peligro sus vidas y salud, en la ciudad capital y varios estados; lo hacen por la libertad de los presos políticos, por el respeto a los derechos humanos y constitucionales; por el respeto a la autonomía universitaria frente al estado y; porque se le asigne un presupuesto justo a estas instituciones de educación superior para la investigación, docencia, extensión universitaria y reivindicaciones estudiantiles. ¡Los derechos –gritan- no se mendigan, se exigen y conquistan!