lunes, 23 de marzo de 2015

“GARIMPEIROS CHINOS” POR ORO Y DESTRUCCIÓN ECOLÓGICA

Mientras los altos enchufados rojos rojitos se desgañitan vociferando proclamas “antiimperialista” contra los EEUU, amparados en el control casi absoluto de los medios de comunicación y una costosísima propaganda en el contexto nacional e internacional (hasta por los grandes medios del “odiado imperio gringo”), al Sur de Venezuela, en las fronteras abandonadas por este régimen o, mejor –ahora- entregadas al “imperio chino” en concesiones leoninas para extraer oro de nuestro subsuelo, precedido de la muerte ecológica de grandes extensiones de bosque tropical y progresivamente de toda la gama de la diversidad hídrica, flora y fauna de la inmensa Guayana venezolana; explota ante la opinión pública interna y hacia el exterior, la presencia de un sinnúmero de “Garimpeiros chinos”, que han venido desplazando (con el aval del Estado) a los “garimpeiros” brasileros, colombianos , criollos y de otras nacionalidades.

La “fiebre del oro” destapa las ilusiones de miles y miles de personas en la búsqueda de riqueza fácil y una vida mejor. Y los “garimpeiros chinos”, bajo el control de empresas del “imperio asiático”, monopolizan con la venia del régimen, las concesiones auríferas en varios sitios de la Guayana venezolana (incluyendo a los alrededores del celestial y super-admirado “Salto Ángel”. Pero, no sólo en esa área (como recientemente es denunciado por la red social), sino que este desgobierno dizque “antiimperialista” le entregó al “imperio chino” uno de los yacimientos de oro de los más grandes del mundo “Las Cristinas”, que se encuentra ubicado por cierto a escasos 15 kilómetros del “disputado” territorio Esequibo entre Venezuela y Guyana (Guyana -es bueno aclararlo- sin la anuencia de Venezuela, viene explotando estas riquezas en el referido territorio en disputa). Es decir, China y Guyana, explotan nuestras riquezas minerales ante la lenidad de un régimen que ni lava ni presta la batea cuando se trata de los nacionales, pero que está asumiendo claras conductas entreguistas de la soberanía nacional ante los países mencionados. Las cacareadas consignas de la lucha en la defensa de la “independencia y soberanía de la Patria”, son pura paja retórica para engañar incautos y mantenerse en el poder como sea.

Los extensos territorios de Guayana y el Amazonas venezolano son zonas de fronteras abandonadas con Brasil, Colombia y Guyana, pero que su magia no sólo está en las grandes potencialidades de riquezas minerales (incluyendo la del oro, uranio, diamantes, etc.); sino que en éstos se condensan los pulmones naturales más grandes del mundo y la inconmensurable riqueza multiétnica, cuyas civilizaciones específicas no tiene parangón en el planeta desde el punto de vista cultural, idioma, cosmovisión, concepción territorial y socio-antropológica. En la década de los 90 fuimos sorprendidos por la presencia de garimpeiros brasileros en las “cabeceras del Orinoco”, cuyos daños ecológicos fueron increíbles e inaceptables en miles de hectáreas de bosque tropical, contaminación de las nacientes del Orinoco y la siembra de múltiples enfermedades infecto-contagiosas. Amén de las perversidades de la descomposición socio-económica y cultural de las poblaciones indígenas y criollas afectadas. La historia se repitió, desde hace años en la Guayana venezolana y, ahora toma nuevos aires en ésta que suena a lo mismo, pero con el ingrediente inusual de la presencia de los “Garimpeiros chinos”, peones del engranaje imperial de la China comunista.

¿Seguiremos los nacionales, ante estas atrocidades ecocidas, etno-genocidas y violación descarada a nuestra soberanía (con la complicidad de la tiranía) de mutis en mutis? ¿No vamos a luchar y decir a los cuatro vientos, ¡basta ya! y, cambiar este fracasado modelo socio-político?





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