MODELO “VENECUBANO”: ¿MAL EJEMPLO PARA EL MUNDO?

Ya no sólo trata de que más del 80% de la población venezolana rechace al desgobierno de Maduro por su incapacidad para darle soluciones efectivas a los más álgidos problemas socio-económicos de la población venezolana; sino que –en la actualidad- los ojos de todo el planeta (ONU, OEA, Europa, Canadá, EEUU, Uruguay, Paraguay, Perú, Colombia, Costa Rica y Brasil; entre otros) empiezan mirarlo con la crítica del “mal ejemplo”. Porque aparte de lo anterior, hay testimonios irrefutables de que a lo interno del país, se vienen violando descaradamente los derechos humanos, mediante prácticas brutales, que van desde los asesinatos, torturas, represión, cárcel, censura y autocensura a medios de comunicación social independientes, en contra de quiénes se atrevan a disentir del modelo socio-político impuesto –a sangre y fuego- por el “Castro-chavo-madurismo”. En la esfera internacional la defensa de los derechos humanos, es considerada como un principio básico que, cualquier país en base a éste, puede invocar el derecho a salvaguardarlo, al ser comprobado con reiteración su violación por algunos de los países miembros. El principio de la autodeterminación y respeto soberanía de los países está por debajo del primero. UNASUR con respecto a lo que ocurre en Venezuela obvió (con su pronunciamiento) lo relacionado al tema de los derechos humanos y ni siquiera consideró los pronunciamientos de la ONU sobre la violación sistemáticas de los derechos humanos en esta Patria de historia libertaria.

O más grave: hay denuncias concretas de que, a través de mecanismos soterrados, altos funcionarios de este desgobierno “cubanoide”, han incurrido en prácticas deleznables (corrupción y lavado de dinero para ponerlo al servicio de asuntos extremadamente dudosos, que lesionan normas e intereses de otras naciones y, por supuesto, del propio país origen, Venezuela). Las investigaciones al respecto apenas comienzan y quizás sea el fondo de la cuestión del por qué el “imperio gringo” nos sentenció como país que estaría atentando contra su “seguridad nacional”. Amén de las consabidas conductas implícitas del “imperio” en los juegos de la geopolítica mundial por conservar o ampliar su influencia en el mundo entero ante los otros “imperios” (que hacen lo mismo), al referirnos a China o a Rusia (que, por cierto han acentuado sus políticas de dominación económica, financiera y militar en Venezuela). Por lo tanto, no podemos creer en la engañifa que hay “imperios buenos” y otros “malos”. Es decir, que para el desgobierno de Maduro es “malo el imperio de EEUU”, pero considera “imperios buenos” al chino y al ruso. ¡A otros con ese cuento!. “Imperio” es “imperio” y punto.

En las apoteósicas manifestaciones en Brasil contra el Gobierno de Dilma Rousseff por los casos de corrupción en Petrobras (20.5 millones de euros ocultó un ex -directivo de esa industria petrolera brasilera en Mónaco), alzas desmedidas de impuestos y por el alto costo de la vida…destacó una gran pancarta, que rezaba (traducción): “Que no son ni serán otra Venezuela”, lo cual es evidente que los jóvenes brasileros, que en su mayoría colmaron masivamente las principales ciudades de Brasil, no quieren saber nada del modelo “Venecubano”. Y tiene razón por ello es sinónimo de totalitarismo de Estado, atraso, ideologización perversa, pensamiento único, miseria, ruina, corrupción, violación de derechos humanos, restricción de libertades ciudadanas, represión y más pobreza. Y por supuesto, dependencia irrefrenable en todos los sentidos, al vaivén geopolítico de las grandes potencias ya señaladas (China y Rusia, por ejemplo).

En paralelo, el desgobierno de Venezuela sí es un mal ejemplo para el mundo por lo dicho y porque ha profundizado ese salto hacia el precipicio al aferrarse dogmáticamente al modelo fracasado cubano, que por cierto para no sucumbir de una manera absoluta, hoy los Castro se aferran a la tabla de salvación del odiado “imperialismo”. Las castas de poder rojo rojito con sus gritos histéricos de “guerra antiimperialista”, copiándose de la experiencias de las otrora tiranías de (Cuba, Argentina, Chile…) quieren prolongar su agonía de mantenerse del poder por el poder mismo y acumular a grado extremo prebendas y beneficios en sus recorridos de enriquecimiento dolarizados y en euros (records Guiness) por bancos suizos, Andorra, España y del propio EEUU.

Pero, en este mundo todo se sabe y no hay mal que dure cien años ni cuerpo que la resista. El sol de la democracia y la libertad brillará más temprano que tarde. ¡Y llegará el día que Venezuela nunca jamás será “mal ejemplo” para otros pueblos de este inmenso y hermoso planeta tierra!