martes, 31 de marzo de 2015

¡LA CORRUPCIÓN ATENTA CONTRA ÉTICA CRISTIANA!

A propósito de la Semana Santa, cuya invitación es a la reflexión profunda sobre la conducta desviada de los hombres en el seno de la sociedad y esa relación de cosmovisión con Jesucristo, el hijo de Dios…uno recuerda y señala la imperiosa necesidad de enfrentar las graves distorsiones socio-morales que se vienen dando en Venezuela con el terrible flagelo de la corrupción. Que a los ojos de todos, desde la cúspide del poder de la nación, se viene aceptando como algo normal y hasta los señalados como corruptos, de apropiarse de los dineros del erario público para fines de lucro personal, del afán de la riqueza fácil; en vez de ser sancionados, se le brinda reconocimientos, por llevar –dice uno- la “camisa roja”, de la lealtad hacia el “proceso revolucionario”, de su dizque amor hacia la Patria del “Socialismo del Siglo XXI” y apasionamiento sin igual de conductas dizque “antiimperialistas”. De ahí que a ciertos miembros de las familias de los amos del poder (prácticas de nepotismo), del “compadrazgo”, “amiguismo” y hasta guardaespaldas (caso Alejandro Andrade, guardaespaldas del fallecido caudillo de Miraflores) se les ha permitido enriquecerse hasta el clímax, con el manejo de negocios turbios y de tenencia de dudosos fondos de capitales multimillonarios (euros y dólares), especialmente en cuentas bancarias en el exterior (Suiza, Andorra, España, Panamá, EEUU…).

Ni la verdad verdadera, ni muchos menos la “verdad procesal” han sido suficientes para llevar a la cárcel a quiénes han sido denunciados reiteradamente ante los organismos competentes (Fiscalía, Contraloría General de la Nación) por estar incursos en delitos contra la cosa pública, porque son evidentes las pruebas y. por esa desmedida conducta pública de riqueza fácil, con sólo devengar los “suelditos” provenientes de la actual administración pública…Nadie se come esos cuentos o de la simple observación de los “hijitos” de los altos enchufados rojo rojitos, en lugares ostentosos, regando dólares por doquier, al mismo estilo de la otrora “Sodoma y Gomorra”, que sucumbió ante el hedonismo desenfrenado de los miembros de aquella desquiciada sociedad antigua. Y más sospechoso aún, la reacción de las castas de poder cívico-militar rojo, de estimular en el colectivo nacional, de preparase para una supuesta “guerra antiimperial gringa”, porque siete (7) de sus altos enchufados fueron señalados por el “imperio” por delitos de corrupción y violación de derechos humanos, a raíz de la protestas cívicas en Venezuela, en el 2014. ¡Violación a la soberanía gritan!, pero ¡ni pío por los delitos señalados!

La ética política pues, que encierra principios y reglas que regulan el comportamiento de los miembros de la sociedad política, en especial de los funcionarios públicos, es echado al cesto de la basura. Y sin códigos de ética es imposible que pueda funcionar una determinada sociedad. Por eso, el mismísimo Jesucristo destapó aquel famoso caso de corrupción entre las autoridades y los mercaderes del templo de Jerusalén. Cristo empleo el látigo para expulsarlos del templo de Dios, porque lo habían convertido en una “cueva de ladrones”. ¿Los nacionales no tenemos que hacer lo mismo con los corruptos de Palacio, de los Poderes Públicos y de toda la Administración Pública?

¡Por la verdad murió cristo y dejó principios éticos inmortales!

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