domingo, 8 de marzo de 2015

MUJER: ¡AMOR Y LUCHA!

Uno quisiera ser un Pablo Neruda para trazar con hermosas pinceladas de poesía dedicadas a las mujeres en su día (“Día Internacional de la Mujer”) y poder superarlo en esas piezas magistrales de los “Veinte poemas de amor, una canción desesperada o los cientos sonetos de amor”, cuya divulgación ha superado todos los records en todos los idiomas del planeta. En todo caso, la envidia es consustancial con el ser humano y, en este caso, sin duda, sería de todos los hombres del mundo hacia este inmortal poeta. En esa poesía sublime de Neruda dedicadas al amor, él nunca dejó de considerar ese espíritu de lucha de la mujer por un mundo mejor: “Cuando el amor como una inmensa ola/ nos estrelló contra la piedra dura,/nos amasó como una sola harina,/cayó el dolor sobre este dulce rostro/ y así en la luz de la estación abierta/se consagró la primavera herida”.

Pero, de una manera especial, jamás se podrá dejar de enaltecer ese sentimiento hermoso de la mujer venezolana por el amor, que sobrepasa las fronteras de la familia e instalarse por tiempo infinito en la Venezuela presente y en aquella que se sueña con futuro de libertad, bienestar y progreso para todos. Es decir, en el contenido de los poemas de Neruda: “Hay que volar a cada instante como/las águilas, las moscas y los días,/ hay que vencer los ojos de Saturno/ y establecer allí nuevas campanas./Ya no bastan zapatos ni caminos,/ya no sirve la tierra a los errantes,/ya cruzaron la noche las raíces,/ y tu aparecerás en otra estrella/determinadamente transitoria/convertida por fin en amapola./”.

Hoy la mujer venezolana está amarrada al sufrimiento más perverso y cruel, porque la tiranía roja que nos desgobierna mantiene a muchos de sus hijos privados de libertad por pensar distinto, bajo los asedios de torturas físicas y psicológicas. O lo peor: despojaron a sus hijos inocentes del derecho a vivir, porque las balas de la muerte atravesaron las cabezas de su inocencia, para que nunca más pudieran ver el sol de la libertad y del futuro promisor. Pero, estos hijos de la libertad, no murieron en vano…otras luces de niños inocentes surgirán y un haz de soles hará que todo brille para todos. Y con Neruda, gritaremos al viento su canto al amor y al mujer: “No importa que la luz o la alabanza/se derramen y salgan de la copa/si fueron un tenaz temblor del vino,/si se tiño tu boca de amaranto,/No quiere más la sílaba tardía,/lo que trae y retrae el arrecife/de mis recuerdos, la irritada espuma,/no quiere más sino que escribir tu nombre,/aunque lo calle mi sombrío amor/más tarde lo dirá la primavera./”

En la Venezuela que predomina las sombras de los verdugos de la libertad, la democracia y los derechos humanos…en contraste nacen hoy millones y millones de voces de rebeldía victoriosa y, con Neruda saldremos a construir ese mundo mejor y radicalmente distinto: “otros días vendrán será entendido/el silencio de plantas y planetas/y cuantas cosas puras pasarán!/tendrán olor a luna los violines!...¡Viva la mujer venezolana digna y luchadora! ¡Viva la libertad!

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