miércoles, 4 de marzo de 2015

¿TRANSICIÓN AL SOCIALISMO O AL ABISMO?

Ya al término de echar sus “cuentos” en la Asamblea Nacional y ausente del ejercicio de la “memoria” y, sobre de la realidad socio-económica del presente, el representante “institucional” de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, en esas poses de solemnidad propios de los altos y “endiosados enchufados”, al intentar emular a un Fidel Castro o al propio “Comandante Intergaláctico” Chávez, aseveró en el recinto (de lo que se llamó alguna vez Parlamento), de que lo hecho hasta ahora por el régimen, era nada menos, que una etapa en el proceso de “Transición al Socialismo”. Y ese imaginario popular de los casi 30 millones de habitantes, el grito contestarlo que retumbó de retruque fue ¡será hacia al abismo! Y sin duda, nada más cierto, ante un país que pisó hace un buen rato las fronteras hacia su total “africanización”, sí nos atenemos a desmenuzar las condiciones objetivas y calidad de vida miserable de la mayoría de los nacionales (incluyendo a la empobrecida clase media) en la actualidad.

Para testimoniar lo dicho, por cierto en ese mismo día del acto oficial en la Asamblea Nacional, los trabajadores públicos de salud de la Misión “Barrio Adentro” realizaron una fuerte protesta en las calles y en las propias puertas del Ministerio de Salud, en Caracas, por el abandono en que se encuentran, en lo que respecta a sus condiciones de trabajo y reivindicaciones laborales. La carestía de insumos, equipos y fármacos para la atención primaria en salud, ya forma parte de la cotidianidad que se revierte contra los pacientes de los barrios pobres en toda Venezuela. Amén de que, a los trabajadores se les han acumulado cuantiosas deudas laborales y la falta de pagos salariales oportunos, en correspondencia con los convenios colectivos y normas laborales establecidas. El deterioro acelerado de la Misión “Barrio Adentro” es evidente ante la vista de todos. Y porque ello se ha traducido en la presencia inusitada de un conjunto de enfermedades asociadas a la pobreza (dengue, chikungunya, malaria, tuberculosis, desnutrición, parasitarias; enfermedades de transmisión sexual y respiratorias; entre otras). Amén de que los trabajadores de este sector público son afectados (como nunca antes) por el hampa, siendo sus víctimas diarias por las cadenas de robos, atracos, amenazas y en su propia integridad física.

También por esas coincidencias de la vida o, mejor un mentís ante los contenidos de las peroratas de las presentaciones de los “cuentos” y con muy escasa “memoria” de los altos enchufados en la Asamblea Nacional…por las calles de Caracas, se realizó una marcha de protesta de los trabajadores del Banco Industrial de Venezuela (que pertenece al Estado) por la grave situación de inestabilidad laboral ante la decisión del patrón-estado de cerrar esa institución bancaria, ante el anuncio anterior del propio Maduro, de fusionarlo con otras entidades bancarias adscritas al Estado (Bicentenario, Soberano y el Tesoro). Al parecer, según lo sabido en los corrillos populares, la situación financiera de esas entidades no es de la mejor y quizás como una manera de solapar la realidad de la crisis que padecen, optaron por fusionarlos en un solo ente Estatal. ¡Algún día ese “secretismo de Estado” se romperá y nos enteraremos con rigor de lo que allí ha pasado, en su no muy sana administración y dudosa capacidad gerencial!

De igual modo, en ese mismo día, los trabajadores de la pesca, adscritos a Pescalba (perteneciente al Estado venezolano y en menor medida al sector privado) en Cumaná, Estado Sucre, decidieron tomar la empresa en protesta por la falta de inversiones financieras para la compra de insumos para la producción (falta de divisas/dólares) ; situación delicada por varios barcos parados por reparaciones (algunos en Cuba y Argentina) y; por graves problemas laborales que están sufriendo los trabajadores: no cancelación adecuada del salario integral, deudas acumuladas y por el grave deterioro de sus mismas condiciones de trabajo. Se trata nada menos que una de las empresas con participación importante del Estado, cuyos objetivos y metas es la producción de alimentos básicos enlatados como el atún, sardina y otros productos asociados. La cacareada “soberanía alimentaria” es una ilusión dizque de la “transición socialista”, cuya realidad verdadera es el camino al infierno, hacia el abismo del nunca retorno… aunque Maduro, Arreaza y Diosdado con sus mentiras repetidas, digan todo lo contrario.

Por eso con Neruda, con su canto al amor, estamos obligados a fortalecer la lucha y la esperanza -no a la transición hacia un utópico y fracasado “socialismo cubanoide”-; sino hacia la democracia, la libertad y el progreso. “Para todos los hombres pido pan y reinado, /pido tierra para el labrador sin ventura, /que nadie espera tregua de mi sangre o mi canto. / Pero a tu amor no puedo renunciar sin morirme”


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