viernes, 13 de mayo de 2011

CONJETURAS, "CORRUPTOAUTOCRACIA" Y DELINCUENCIA

Hay muchas coincidencias en los análisis holísticos en relación a la situación socio-política del país, que deberían expresar preocupación entre los miembros de la élite de poder que lo gobierna y, en menor medida por supuesto, en el resto de la sociedad venezolana. No sólo por el tema que nos ocupa; sino también por los contenidos de los comentarios de Miguel Salazar, en el Semanario “Las Verdades de Miguel” (13 al 19 de Mayo de 2011). Mediante los cuales –dice el comunicador social- la “inteligencia extranjera” vaticina la derrota de Chávez en las elecciones de 2012.

Resumo para ustedes lo que él llama “Expediente Chávez”: 1.-Caso Makled, asociado a la conocida “opción Noriega”; relacionándolo con el narcotráfico. 2.- Informe Británico (IISS), asociándola con la opción Gadafi; es decir con el terrorismo. 3.- Los componentes explosivos de la situación interna del país: crisis eléctrica, inflación e inseguridad. Todos ellos, según este periodista, muy bien trabajados por dicha “inteligencia”, pero que –en todo caso- hay un grave descontento social y laboral, donde Chávez y su equipo de gobierno acumulan responsabilidades por errores u omisiones.

Al margen de que estas conjeturas de la supuesta “inteligencia extranjera” tengan asidero o no; lo cierto es que el país parece marchar a la deriva, con muchos elementos de un cuadro de anomia y caos social; a lo cual es la intención de este escrito es poner en evidencia la vinculación sintomática entre la “corruptoautocracia” y la delincuencia social, que azota con fuerza a todos los rincones del país.

Digamos que, la corrupción y la delincuencia, como es la pretensión de los voceros oficiales del “chavecismo” de que es intrínseco al sistema capitalista; no lo son, sino que también pueden ser visibilizados en los denominados “sistemas socialistas”. Y en la Venezuela actual, en la llamada fase de transición del “capitalismo” al “socialismo”, estos fenómenos vienen alcanzando niveles insostenibles.

¿Es ocaso, poca cosa, los 17.500 casos de homicidios en el 2010? ¿O que lideremos las cifras rojas por este flagelo en América Latina y de qué estemos entre los primeros en el mundo? ¿0 que salgamos en toda la prensa mundial por el caso Makled y su estrecha relación entre narcotráfico y los factores del poder estatal? ¿O también que seamos tomados en cuenta en las esferas internacionales por las relaciones de amistad y contubernios entre el genocida Gadafi y el poder autocrático de Miraflores? ¿O de qué los escándalos de corrupción no cesan, por ejemplo, con los casos sonados de los alimentos hallados podridos de PDVAL, con participación de altos funcionarios del gobierno actual? ¿0 el hecho del escándalo de corrupción de altos funcionarios de PDVSA con los fondos de prestaciones sociales de los trabajadores de esa empresa, en bancos importantes de los “odiados gringos”?; y pare usted de contar.

Entonces, si duda, aún cuando lo anterior sea caldo de cultivo para la “inteligencia extranjera”, referida por Miguel Salazar: ¿cuál es la opción? ¿Mantener un silencio cómplice para no incitar a dichas pretensiones extranjeras? O continuar denunciando estos cánceres sociales hasta qué algún día, una generación diferente en el poder muestre en conjunto con el colectivo nacional, una postura radicalmente diferente desde el punto de vista ético, moral y socio-político; ¿o no?

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