lunes, 2 de mayo de 2011

DEMAGOGIA Y "POPULISMO" DEL CAUDILLO

Quien iba a pensar que en tiempos de esta supuesta “revolución socialista” en Venezuela las posturas demagógicas y “populistas” serían la rutina del contenido de los discursos de ocasión del inefable caudillo de Barinas. Pero el afán de mantenerse en el poder lleva a personajes como el mencionado a competir en estos renglones con los chistes que, a través de la historia de la picaresca política venezolana, se escuchan en los corrillos populares, por ejemplo, “las 100 mil casas por año, ofrecidas por el Presidente de la época Rafael Caldera, que jamás cumplió, por supuesto. El “Puente a la Isla de Margarita”, que demagógicamente pregonó, el entonces Presidente Luis Herrera Campins.

O mucho más atrás en el tiempo del ejercicio en la Presidencia de Rómulo de Betancourt, cuando en un famoso discurso, a plaza llena, dijo: “que se me quemen las manos sí éstas han llegado a tocar los recursos del tesoro público nacional”. Y por esas coincidencias de la vida, sufrió un atentado donde salió ileso, pero lo único que se le quemaron fueron precisamente las manos. De Carlos Andrés Pérez y Jaime Lusinchi, quienes también ejercieron mandatos Presidenciales en el país, se dice que fueron unos verdaderos campeones en la demagogia politiquera, a tal punto que en este escrito sería imposible ocuparse de los más destacados.

Pero el personaje que nos ocupa, sinceramente se llevó la batuta en esta competición en el campo de la demagogia político-partidista: el Bolívar que no nació en Caracas, sino en Capaya- Barlovento, para dejar el mito-populista, de la mezcla con los negros, mulatos, zambos y no del color de la piel de la “rancia oligarquía caraqueña”. La “jurongadera” del cadáver del Libertador, en conjuros públicos y mediáticos, para intentar demostrar que fue envenenado y no como lo registra la historia de su muerte por tuberculosis, allá en la Santa Marta de Colombia. El trasfondo: vender la idea de su conexión con el más allá, con personajes simbólicos de la historia patria; para develar secretos y cumplir tareas terrenales, donde él es el predestinado, por lo tanto las masas populares, a través del voto, deben garantizarle en el presente y el futuro su permanencia en el poder, hasta que el cuerpo aguante.

En ese mismo orden de la demagogia y el populismo sin límites del caudillo venezolano, lo que no ha podido cumplir en 12 años en el ejercicio del poder centralizado, lo ofrece ahora cumplirlo, para vender ilusiones, -diría uno- a los incautos: “viviendas para los sin techo” o empleos para todos los millones de desocupados en el país”. De esa manera censos van y censos vienen, en una interminable solicitud de información a los “condenados de la tierra”. O las medidas de expropiaciones y despojos de terrenos privados, a donde se encuentren. Digan –vocifera- en las peroratas mediáticas interminables, “dónde se hallan esos terrenos, para proceder a quitárselos y dárselos a quiénes lo necesiten”.

De esta forma los contenidos de los chistes de los Ex –Presidentes venezolanos señalados, en materia de demagogia y “populismo”, se quedaron “chiquiticos” ante las mentiras, falsedades y manipulaciones de quién, para muchos, es la propia reencarnación del otrora dictadorzuelo “militaroide”, Juan Vicente Gómez.

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