domingo, 1 de mayo de 2011

CLASE OBRERA SE SACUDE DEL CAUDILLO "PINOCHO"

La conflictividad laboral que reina en el país es una clara y contundente demostración de que la clase obrera venezolana despertó de la anestesia que le proporcionaba el discurso engañoso del caudillo de Miraflores. La realidad siempre más terca que la teoría le fue abriendo los ojos para enrostrarle que iba derechito al precipicio si no despertaba.

Pero requirió de pruebas y más pruebas para que entendiera que el cuerpo social estaba gravemente enfermo y que la metástasis se presentaba irreversible dañando inexorablemente órganos vitales de la economía y la moral pública. Comprendió al fin, que la nación, con un caudillo “militaroide” y populista al timón, con un discurso seductor y aderezos de “pinocho”, no tenía plan de vuelo, porque sencillamente lo que le interesa eran los aplausos del público ante sus piruetas descabelladas, que no es otra cosa que el mal de la egolatría sin límites, propios de los caudillos conocidos en otras épocas y del hoy contemporáneo.

Tenía que pasar, entonces, lo de las empresas básicas de Guayana par
alizadas y colapsadas en el presente por falta de gerencia, mantenimiento, inversiones cuantiosas en insumos, equipos y tecnología. Amén del uso desmedido en sus predios de la politiquería barata, el clientelismo partidista, el derroche, la improvisación y la corrupción. O tenía que palparse la realidad de un sinnúmero de empresas agrícolas, manufacturas, comercio y servicios cerrados. Y en las puertas centenares de trabajadores esperando por el pago de sus salarios y demás beneficios laborales. O una PDVSA del orgullo nacional, convertida en una de las “cajas chicas” de los desafueros del caudillo de Barinas en planes sociales inconexos e improductivos. O en actos irresponsables del clientelismo partidista y de corruptelas como el PDVAL de la leche podrida, en miles de toneladas, en los containers detectados con los negocios misteriosos, entre gallos de media noche. O como el escándalo más reciente, donde está involucrada está empresa, con el uso de los fondos de los trabajadores jubilados, en negocios “chimbos” en el mismo corazón financiero del “odiado imperialismo”.

Pero el “pinocho” de Miraflores quedaba con la “hoja de parra” en el género ante la clase obrera, cuando al pasar de los años no hay discusiones de las contrataciones colectivas, se regatea y desconocen sus beneficios laborales y hasta se retrasan los pagos salariales. De esa manera de los reclamos formales, se comienza a pasar a las protestas pacíficas y luego, como hasta ahora las calles, huelgas de hambre o coserse la boca; se convierten en la rutina diaria de los métodos de luchas de los trabajadores venezolanos. Y finalmente éste queda al desnudo, al desconocer la dirigencia y formas de organización de los trabajadores. O cuando sin ton ni son, los dirigentes obreros más beligerantes y consecuentes con la clase obrera son acosados, perseguidos y encarcelados.

La clase obrera nativa, ahora se da cuenta que el paraíso prometido se ha convertido más bien en el propio infierno. Pero también está consciente que sólo con el uso constante y variado de las distintas formas de lucha y organización; tejiendo la unidad en su seno y estrechando las alianzas con el movimiento estudiantil y comunitario; estará en mejor capacidad para defender sus derechos y pasar a la ofensiva en la búsqueda definitiva de un paradigma de país donde impere la justicia, la igualdad, la solidaridad y la democracia. ¡Viva la clase trabajadora y sus luchas! ¡Viva el Primero de Mayo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario