MISIÓN VIVIENDA: ¿TRAMPA "CAZA VOTOS" O BENEFICIO A LOS POBRES?

Sería una insensatez oponerse por oponerse a toda iniciativa gubernamental positiva que albergue esperanza de beneficios para los “condenados de la tierra”, que por millones y millones habitan los barrios pobres de Venezuela. No, no se trata de eso; sino la de analizar con cierta seriedad el trasfondo que encierra la cacareada nueva “Gran Misión Vivienda”, porque no es casual que se esté impulsando a escasos meses de la contienda electoral presidencial a mediados de 2012 y; el hecho cierto de cifras que reflejan en varias encuestas, una pérdida sostenida de la base electoral de apoyo popular al Presidente Chávez.

Lo primero que se debe decir, es en relación a la inmensa deuda social que se mantiene en materia de construcción de viviendas con una mayoría de los excluidos sociales, desde hace varias décadas, cuya responsabilidad recae en los actores políticos que han sido gobiernos en las llamadas etapas de la IV y en la vigente V República. De esta manera, se estima que sólo desde 1999, el déficit acumulado habitacional ronda entre 2 a 2, 5 millones de unidades. Siendo el promedio interanual de construcción en 23 mil viviendas, muy por debajo, de los planes y metas programados por el oficialismo “chavecista” y, por supuesto, en correspondencia con las necesidades y requerimientos de la población mayoritaria.

Pero; no han sido las cifras frías de las estadísticas las que han venido demostrando la gravedad del problema, sino; ¡oh cruel realidad! las intensas lluvias caídas en suelo patrio, dejando a decenas de miles de personas prácticamente a la intemperie, ruina, tristeza y desolación. De allí los decretos presidenciales de declaratorias de emergencia en varias regiones del país. Luego los “refugios de la pobreza” que albergan a miles de venezolanos, hasta en el propio Palacio del caudillo de Miraflores.

La otra muestra a la vista de todos: la convocatoria presidencial a la ejecución de la Gran Misión Vivienda, con recursos presupuestarios de la renta petrolera, destinados a las metas faraónicas que nos recuerdan a la “Isla de la Fantasía”. Amén de las gigantescas colas que han hecho los nacionales en estos días, esperanzados en ganarse la lotería de una vivienda para ellos y sus familias, llenando los exigencias burocráticas de los amos del circo, previa a una campaña mediática sin precedentes; cuya trasfondo es la venta de ilusiones, a través de una bien orquestada trampa “caza votos” para intentar reelegir, otra vez, al mandamás de Barinas.

El otro aspecto de fondo, es el interés de rapiña de las élites involucradas en las mafias de la corrupción, para apoderase en una porción importante de los recursos gigantescos que serían utilizados en esta Misión Vivienda, porque todo este “andamiaje teatral”, implica firmas de contratos con particulares, conexiones múltiples con actores cívicos-militares del aparato de estado y el fortalecimiento a niveles inimaginables del clientelismo político-partidista “rojo-rojito”.

En síntesis amigos lectores: ¡Guerra avisada, no mata soldados! ¡Ojo de control y de denuncia ante los entuertos que sean detectados!