martes, 7 de febrero de 2012

EL “MILITARISMO” DIRECCIONA AL ESTADO Y LA SOCIEDAD VENEZOLANA

El “militarismo” en la Venezuela de hoy, ya debería tener la benevolencia del consenso de los medios académicos como una verdadera ideología, porque ha penetrado en todos los ámbitos del estado y la sociedad, mediante el ejercicio del paradigma autocrático y populista del poder por parte del actual Presidente de la República, Hugo Chávez, quien concentra en sus manos el dominio de todos los poderes públicos, las finanzas, la economía, el poder mediático, la política exterior y la entramada red social, militar e institucional de la República como un todo.

Ese proceso de ideologización “militarista”, combinado con contenidos de doctrinas ideopolíticas marxistas y socialistas, están extendidos por imposición oficial en cada uno de los espacios sociales e institucionales del país, donde se amalgama así la prevalencia del pensamiento único, en contraposición a la existencia de otras formas conocidas del pensamiento plural e ideas democráticas, como claramente lo establece la carta magna que rige teóricamente el Estado de Derecho en Venezuela.

La concepción militarista se atornilla en ese pragmatismo simple de “mando y obediencia” a tal punto, que el caudillo militar de Miraflores constantemente dictamina directrices, de obligatorio cumplimiento a sus subordinados e incondicionales, desde las profusas cadenas nacionales por radio, prensa y televisión. O sustentado en decretos o leyes, que previamente son elaboradas en los confines del Palacio Presidencial, constituyéndose la Asamblea Nacional en una figura secundaria y subordinada a lo que determina el Comandante en Jefe.

Así mismo, en contraposición a lo establecido en la Constitución de la República, por disposición de Chávez, se crearon las Milicias, cuya misión de “reserva nacional” ante situaciones de emergencia donde se ponga en peligro la seguridad y soberanía nacional, se prefigura ahora como un brazo armado, a discrecionalidad del Presidente y del partido de gobierno. Es sin duda, a la vieja usanza de los regímenes militaristas y autocráticos históricamente conocidos de la Alemania fascista de Hitler, la España de Mussolini, El Jorge Videla de Argentina o el Pinochet de Chile.

La penetración del “militarismo” en Venezuela ya no se circunscribe a lo que se podría conceptualizar como producto de las simples conductas de menudencias opositoras al régimen; sino que ya es ideología, doctrina y praxis política de los principales actores civiles y militares incondicionales a esta concepción y forma de regir los destinos de la patria. Por esa razón, en los discursos de ocasión, independientemente de los loas al caudillo militar, se elogia intencionalmente a los llamados a la violencia y a la guerra en los procesos de formación dirigidas en los ámbitos educativos y conformación de milicias “si se acecharan los vientos de guerra/y peligra nuestra libertad/todo el pueblo de Venezuela/los fusiles tendrá que empuñar/en la paz verdadera del hombre/el que ve a su nación progresar/apoyando misiones sociales/ en la unión cívico-militar”.

La ideología y praxis “militarista” no tienen vigencia en las civilizaciones actuales, porque ésta ha sufrido inmensas derrotas históricas por antidemocráticas, violadoras de los derechos humanos, centralización y abuso de poder, por retrógrada y generadora de mayor pobreza y miseria entre los pueblos. ¡Derrotar este modelo “militarista” es un desafío para los demócratas y ciudadanos de esta Venezuela del presente!

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