martes, 14 de febrero de 2012

¡A VOLAR LOS PAPAGAYOS DE LA LIBERTAD…!

En Venezuela vivimos un mundo kafkiano, inverosímil, donde la cotidianidad se parece a aquel despertar de Gregorio Samsa, el personaje principal de esa obra de la literatura “La Metamorfosis” que, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un terrible monstruo, que, para los críticos literarios, proyecta el drama psicosocial que le tocó vivir a Franz Kafka, el autor de este increíble aporte a la cultura universal.

Para los venezolanos que nadan en la pobreza, el drama social ya lleva mucho tiempo, donde las esperanzas de mejoras en sus condiciones y calidad de vida, se esfuman con la frecuencia de los engaños y mentiras de los conductores del poder absoluto en el país. Y “la metamorfosis” aparece en los monstruos de la violencia, con su secuela de miles y miles de personas de todas las edades que pierden la vida.

O en los rostros de millones de nacionales, sin la ilusión de libertad, humillados por la imposibilidad de dormir con la tranquilidad de la paz social ante el drama de perder la vida, la carencia de una vivienda decente, la garantía del trabajo o del disfrute de remuneraciones, en sano equilibrio con las alzas de los precios de la comida, bienes y servicios básicos.

No obstante, colocando al revés el contenido de la obra referida, requerimos de una “metamorfosis” en positivo para que el amor riegue las semillas de un nuevo amanecer, como los poemas de Neruda, si lo identificamos en profundizar ese amor por el país, para cultivar la tierra, “sembrando el petróleo” y obtener de ella los frutos de la vida: “la virtud de los racimos/las manzanas que crecen oyendo el agua pura/el barro y las resinas de tu país fragante”.

En fin, para que los ciudadanos de todas las edades puedan volar los papagayos de la libertad, sin temor a los mercenarios de la muerte o de los amos del poder. ¡Viva la vida! ¡Viva la libertad! ¡Viva la democracia!

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