jueves, 24 de mayo de 2012

DESCONFIANZA EN LA ÉLITE DE PODER

Quizás sin medir las consecuencias, la élite que gobierna a Venezuela, jugando al “populismo”, para aferrarse al poder absolutista y centralista no ha dejado de repetir en los blablablá “revolucionarios” mediáticos, las exhortaciones a la participación protagónica de los ciudadanos, quienes sin mediar muchas palabras o mejor identificándose con los principios constitucionales en esta materia; no cesan en su empeño de que verdaderamente se les tomen en cuenta para su participación en la toma de decisiones, relativas a los asuntos que conciernen a la sociedad y al estado, pero dónde ellos se ven reflejados; es decir en ese sinfín de necesidades y requerimientos sociales a ser resueltos con la urgencia de los que nada o muy poco tienen, en este mar de la pobreza estructural subyacente en suelo patrio.

El espejismo del paraíso terrenal prometido, se desdibujó progresivamente con el crecimiento exponencial de los apagones eléctricos, el déficit de los servicios de agua en las comunidades de la miseria social; por la violencia e inseguridad desmedida; la inflación y desabastecimiento como “caballo desbocao”; por el desempleo de las cifras escondidas; por los servicios públicos de la vergüenza nacional o; por las corruptelas de los delincuentes de “cuello rojo”, que ya asquean con ese olor nauseabundo de la falta de ética y transparencia absoluta en el manejo de los asuntos de Estado y fondos públicos.

Desconfianza porque a los productores del campo y propietarios de industrias de las zonas urbanas, por caprichos del Esteban Miraflores o porque simplemente son disidentes al pensamiento y proceder del gobierno; les son intervenidas o expropiadas las fincas o empresas, sin que hasta la fecha tengan a la mano la seguridad del pago por indemnización o cualquier otro certificado de valor.

Desconfianza, porque a cambio del respeto a los derechos consagrados en las convenciones colectivas y leyes de la República; a los trabajadores y sus dirigentes naturales los despiden, hostigan, reprimen , encarcelan o pierden la vida en ese manto del misterio de la impunidad oficial. A tal punto que son decenas los miembros de este “proletariado” que están sometidos a las cadenas de los regímenes de presentación obligatoria, ante las diversas instancias del poder judicial venezolano.

Desconfianza, porque se prometió “independencia nacional” y “soberanía” y en realidad lo que existe es un gobierno y ciudadanos extranjeros, los que ejercen un dominio absoluto en áreas vitales de la seguridad de la nación, a nombre de un supuesto Proyecto Venecuba, que no ha sido consultado, ni aprobado por los nacionales. Además con ello se violan descaradamente principios y disposiciones claramente establecidos de rango constitucional.

¡Requerimos, entonces, de un cambio sustancial para generar confianza en los ciudadanos, a través de gobernantes diferentes, que no cambien las reglas de juego y conductas éticas por caprichos o ambiciones de poder!

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