domingo, 6 de mayo de 2012

SE PULVERIZAN LOS MITOS REVOLUCIONARIOS

Quienes practicamos constantemente el ejercicio de la crítica en relación al acontecer de la realidad socio-cultural y los pensamientos ideo-políticos; al parecer, estamos expuestos a que nos lancen, en cualquier momento, a una hoguera, por herejes, como en la época medieval. Pero, peor es dejarnos adormecer por la cultura dominante e inmóvil del status quo, de las complicidades de lo que no debe hacerse o de las simbologías de los mitos, porque aunque cuando estos tengan el rostro de lo “revolucionario”; en sus interioridades, como el caso del “chavecismo” venezolano, se esconde el infierno del “fascismo militaroide” más puro. Por eso siempre será mejor, con el debido respeto al dogma religioso, pensar como Nietzsche, la muerte de Dios y la caída del cielo.

Al parecer, para muchos dizque “revolucionarios” todavía no ha ocurrido la caída del muro de Berlín, con el cadáver de su “socialismo real” a cuesta. Y siguen soñando con las mentiras del café Pushkin de la plaza roja en Moscú, cuando al decir de los visitantes de la otrora capital de la “revolución mundial marxista”, la simbología nueva, en ese abrazo indisoluble al modelo del capitalismo mundial, consustanciado ahora con la odiada fase imperialista, emerge incólume el mayor McDonald’s del mundo.

En esa misma línea, la China de hoy, rabiosamente antiimperialista ayer, con las enseñanzas del mítico ultra -marxista Mao; sucumbió ante la realidad del triunfo histórico del capitalismo como sistema dominante y, se anexó a la élite de los países imperialistas, en ese reparto familiar del planeta en conjunto con los gringos y rusos. Y entre cuyas víctimas de su vorágine de amasar capitales y esferas de su dominación geopolítica, se encuentra a sus pies y arrodillado por las deudas; la Venezuela de las apariencias míticas “ultranacionalistas” y “antiimperialistas” del Chávez de Miraflores.

Así mismo, mientras el Fidel octogenario, sucumbe ante el inexorable techo de la edad de la vida, todavía con algunos de sus delirios revolucionarios; su hermano Raúl, hoy Comandante en Jefe de la Cuba de “carne y hueso”, abre boquetes al odiado capitalismo, para que salga en caudales planificados los últimos vestigios del “socialismo real”, con las medidas de anuencia al trabajo independiente, posibilidad de tierra, vivienda y carro propio. O, ante el asombro del mundo, permitir la libertad de cultos religiosos, en lo cual el Papa Benedicto XVI, cumplió una faena extraordinaria, para contribuir a romper con esa muralla infranqueable de sólo permitir el culto a Marx, Lenin y Fidel.

Sin duda, consustanciándome también, con las ideas herejes de Ibsen Martínez, uno no entiende del por qué, en algunos “revolucionarios”, continúan en ese afán de la picaresca ideo-política de aferrarse a modelos fracasados o de “gente derrotada por su propias alucinaciones”, por gente, incluso, como el mítico Bolívar, quien “para colmo…nunca terminaba lo que comenzaba”.

A manera de conclusión, me parece mejor, romper con los paradigmas; profundizando la democracia en libertad y desconcentrar el poder para que esa creatividad de los ciudadanos libres oferte espacios dignos de vida colectiva, justicia, solidaridad, igualdad, bienestar y progreso.

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