viernes, 11 de mayo de 2012

GUERRA DE EXTERMINIO EJECUTAN “MALANDROS”

A quien se le hubiese ocurrido pensar que el famoso e histórico decreto de “Guerra a Muerte” del Libertador en contra de la tiranía española y así avanzar en el éxito político-militar por la libertad e independencia nacional de Venezuela; fuese hoy emulado por los “malandros”, pero no para las causas justas y libertarias; sino para ejecutar, una “guerra de exterminio”, en contra de la mayorías nacionales, sin importarles para nada, los límites de las edades de las víctimas, incluyendo a los niños de la inocencia, sin siquiera éstos haber tenido el tiempo convenido de volar los papagayos de la vida.

El poder del Estado y su influencia determinante en la sociedad como factor de control social, ha cedido el paso, a “sangre y fuego”, al poder indiscutible de los “malandros” en las calles de Venezuela; quienes ya determinan, en abierto desafío hasta al Dios supremo del universo, cuándo, dónde y cómo deben morir asesinados los hombres, mujeres, niños y ancianos de este país.

Las estadísticas diarias, trimestrales, semestrales y anuales de las cifras rojas en el ámbito nacional e internacional; dan cuenta de la verdad de lo dicho, de los saldos monstruosos de esta “guerra de exterminio” en plena ejecución; aún cuando los amos del poder formal de la nación, con sus conductas extrañas y cuestionadas del reconocimiento de la gravedad de la situación de violencia e inseguridad que agobia al país, lo aceptan en las presentaciones de sus “memorias y cuentas”, incluso con rasgos de crítica y autocrítica; pero en lo cotidiano, de una manera irresponsable, al fragor de la defensa (de lo indefendible) de la gestión oficial en esta materia; se ocupan, por el contrario, de señalar a los adversarios políticos y al “imperio” como los supuestos responsables y causantes de este cáncer social.

El trasfondo de esta conducta del doble discurso de la élite del poder del estado en Venezuela, hay que mirarla en las profundidades de la metástasis del “malandraje” que ya invadió hasta los órganos vitales de los poderes nacionales, cómo así lo confiesan públicamente los más conspicuos y nefastos personajes, que hasta hace poco, ocupaban los más altos cargos en la administración de justicia del país -Aponte Aponte y Velásquez Alvaray-, donde la lluvia de delitos de todos los calibres perpetrados por ellos, en complicidad con otros altos funcionarios públicos activos del mundo civil y militar, dejan minimizadas las hazañas del Gansterismo corrupto y narco-asesino de Alcapone, en aquél Chicago de hace varias décadas.

Por eso, cada grupo de “malandros”, tiene una ocupación específica no sólo en el terreno geográfico del país, sino también como territorio social, para sus hazañas delictuales; desde los ámbitos de los altos poderes del Estado, esferas oficiales intermedias de poder, recintos carcelarios, hasta en los barrios de cualquier región de la nación; cuya siembra del terror y la muerte, confiscaron con creces la vida, la paz y la tranquilidad ciudadana. ¡Voltear la tortilla, con el cambio político-electoral el próximo 7 de octubre; es el reto! ¡No hay vuelta atrás!

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