domingo, 24 de marzo de 2013

AUTOCRACIA DE MADURO, CRIMINALIZA LA PROTESTA

Tiene razón la bloguera cubana, Yoani Sánchez, cuando afirmaba en su cuenta twitter, hace algunos días, de que Venezuela está entrando en una etapa de la cual Cuba está saliendo. Es decir que Maduro y su combo con la radicalización del “proceso autocrático venezolano” se están colocando de espalda, de una manera absoluta, a las experiencias fracasadas de los llamados regímenes autoritarios del “Socialismo Real”. Los cuales por cierto hace algún tiempo se encuentra abrazados al “odiado” capitalismo, repartiéndose geopolíticamente casi todo el planeta, como grandes socios del “sistema capitalista mundial” junto a EEUU (Rusia y China, por ejemplo. Cuba, apenas comienza esa etapa). O el usurpador, debido a sus limitaciones evidentes, sólo quiere conformarse con seguir siendo un peón de fábrica de este engranaje del capitalismo mundial, pero con el férreo e interesado (por los “petrodólares”) tutelaje del régimen cubano de los Castro.

Con la muerte de Chávez el caos y la anomia social se han apoderado del país, porque la élite del poder que domina el aparato de Estado, al contrario de mostrar eficiencia, andan dando tumbos, como cualquier borrachito de esquina, lanzando medidas (“Paquetazo Rojo”) a diestra y siniestra, para tratar de paliar la crisis nacional en todos los órdenes. Pero especialmente en el área económica-social ante la devaluación de la moneda, escasez de productos básicos, la irrefrenable inflación, disminución escandalosa de los salarios reales de los trabajadores y la caída dramática de la producción nacional y empleo. Amén del desbordamiento del hampa, el derroche y la corrupción que cómo minas hacen añicos las condiciones y calidad de vida de los nacionales.

He ahí el por qué del aumento exponencial de las protestas sociales en todas las grandes ciudades, pueblos y comunidades. La gente no aguanta tanta ineficiencia, caos y despelote gubernamental. No encuentra respuestas y soluciones a las demandas sociales cotidianas por los productos básicos, seguridad personal, alto costo de la vida, empleo, servicio eléctrico, agua para el consumo, canalización de aguas negras, vialidad, vivienda, educación, salud, pagos y aumentos salariales…vida decente y digna; pués. Los “caracazos”, con menor intensidad, están ocurriendo a lo largo y ancho de toda la geografía nacional.

Eso lo sabe Maduro, sus incondicionales y los jefes de la monarquía cubana. Por eso acuden a las viejas y añejadas medidas del “garrote vil” para intentar atenuar el desbordamiento de la gran represa del descontento social. De ahí sus declaraciones mediáticas diarias amenazantes para sembrar miedo y terror en la población. Por eso las medidas policiales y procedimientos espurios contra luchadores sociales y de la disidencia política (líderes estudiantiles, sindicales, dirigentes de la Alternativa Democrática, dirigencia indígena, dirigentes comunitarios, personalidades contestarlos y críticos; etcétera.

A Maduro y su combo los desesperan las expresiones de calle a favor de Capriles, quién con propuestas concretas y utilizando un lenguaje directo y sencillo reúne a multitudes esperanzadoras por un futuro mejor de justicia, bienestar y progreso. ¡Tú decides: continuismo autocrático y ruina del país o un país democrático y próspero! ¡Capriles Presidente!



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