lunes, 18 de marzo de 2013

EL ABUSO DE PODER

Uno se imagina echados al cesto de la basura, por los actuales amos del poder en Venezuela, los contenidos de los textos y literatura referidos al ejercicio de la democracia, búsqueda de diálogos, creación de consensos, procesos de negociaciones entre diversos actores sociales de “ganar y ganar y; sobre todo, del respeto a las posiciones divergentes. Incluso, sí jugamos al lado de las posturas del diablo: ¿No fueron para el “chavecismo” el proceso Constituyente y la letra de la vigente Constitución Bolivariana de Venezuela, el marco de principios ya señalados, en la construcción teórica de la supuesta “nueva sociedad bolivariana democrática, socialista y revolucionaria”?. ¿Qué ocurrió?

Simplemente: la más grande estafa a los sentimientos y esperanzas de un pueblo que creyó en un cambio, pero que luego le voltearon la tortilla por la imposición de un régimen autoritario que utiliza el miedo, el terrorismo de Estado, la represión, la arbitrariedad y el abuso de poder para desgobernar a este país. Por eso, por la imposición de este modelo autocrático y de alta concentración de poder “militarista”; han matado progresivamente procesos envidiables de claro perfil democrático y de participación ciudadana, cómo lo son en la teoría y praxis social, la descentralización y la desconcentración política-administrativa de gobernaciones y alcaldías.

Pero, ¿se podría esperar otra cosa del “militarismo”? Nada distinto, por supuesto del desastre que ha hecho con la República, aparte de las consabida aplicación de las concepciones formuladas para la guerra y el verticalismo doctrinario; adónde la obediencia incondicional es la condición per se de la estructura jerárquica así concebida. Con el agregado, sí de mucho peso específico, del calco que hizo la cúpula del “chavecismo” del modelo totalitario-“militaroide” del régimen cubano de los Castro para aplicarlo en Venezuela. De allí la pesadilla de hoy que confrontamos los nacionales de convertirnos en una clásica colonia de un país extranjero, cuya situación de grave crisis económica interna, es minimizada con los petrodólares que son generados en el seno de la Patria de Bolívar.

De esta manera el abuso de poder o la teoría del “gendarme necesario” cubren todos los espacios del aparato de Estado venezolano, que en fusión con el partido de gobierno y el tutelaje cubano, están encargados de silenciar cómo sean las voces disidentes que, por cierto, no constituyen una minoría, sino casi el 50% de la población venezolana. Discriminados sí, cómo en aquel paradigma del “apartheid” de Suráfrica, que aplastado por la lucha encomiable del legendario Mandela y por el pueblo en rebeldía que lo acompañó siempre, lograron la gran victoria contra el racismo y las discriminaciones sociales más odiosas.

La gran tarea de los venezolanos contra el abuso de poder o mejor dicho contra el paradigma de la autocracia “militaroide” Venecubana y “madurista” es difícil y compleja, pero no hay otro camino. Para así poder ver el futuro luminoso de la independencia nacional, la democracia, la libertad, el progreso y el bienestar para todos. ¡Tienes un compromiso con Venezuela y la historia! ¡Asúmelo!



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