sábado, 16 de marzo de 2013

¡BASTA DE “APARTHEID” ROJO-ROJTO EN VENEZUELA!

La Constitución Nacional y demás leyes asociadas son muy claras al prohibir cualquier tipo de discriminaciones y exclusiones sociales en el seno de la República Bolivariana de Venezuela. No obstante pese a la existencia de estos estamentos legales, este régimen rojo-rojito está imponiendo un genuino sistema de “apartheid”, con lo cual se viola de una manera descarada y con desparpajo el Estado de derecho. Asombrando de esta manera a los nacionales y a los más conspicuos ciudadanos fuera de nuestras fronteras.

No se trata del paradigma específico del “apartheid” que prevaleció en el Suráfrica del legendario Mandela, que luego con esa extraordinaria capacidad de lucha y resistencia, junto a ese pueblo valeroso y apoyo de casi todos los países del planeta; por fin fue aplastado a mediados de los años 90. Así se echó por el suelo ese oprobioso sistema que estableció discriminaciones racistas y socioeconómicas hacia la población negra y mestiza, privilegiando a la de color blanco. Cuya ostentación en riquezas hacia palidecer a un sinnúmero de “ricachones” del mundo entero. Y en parangón –negros y mestizos- vivieron en las peores condiciones de pobreza, miseria y sobreexplotación.

Pero el sistema de “apartheid” que está prevaleciendo en Venezuela desde hace 14 años, también tiene sus connotaciones muy particulares. Las discriminaciones y exclusiones sociales están dirigidas hacia el 50% de la población del país, que no se viste obligada de rojo. Tampoco adopta las conductas ideo-políticas impuestas por la élite del poder central que ha gobernado al país durante ese largo periodo. Amenazando con extenderlo por 6 años más, de ganar los comicios presidenciales del próximo 14 de abril.

A la mitad de la población venezolana se le violan, entonces, derechos políticos, sociales y económicos. No tienen acceso al sistema de administración de justicia. A respuestas oportunas ante reclamaciones y deudas sociales de las instituciones y empresas del estado. No gozan del respeto al derecho al trabajo y estabilidad laboral. Las denuncias y planteamientos son desestimadas por todas las instituciones y organismos del inmenso aparato burocrático de estado. Para cualquier diligencia o trámites administrativos debe pasar por el filtro del tráfico de influencia e incondicionalidad de las instancias del sistema autocrático rojito imperante. Tampoco es posible realizar actos cívicos en las calles, porque son saboteados o reprimidas por las fuerzas del orden y “colectivos armados” Una copia al carbón, sin duda, del fracasado sistema comunista cubano.

Una vitrina irrefutable de este odioso sistema de “apartheid” lo constituyen las decenas y decenas de refugios existentes en todo el país. A las miles de nacionales que allí se encuentran por razones de emergencia, se les imponen cánones de conductas en clara sintonía con el sistema clientelar partidista-institucional rojo-rojito prevalente. Y a los descontentos y rebeldes ante estas prácticas ilegales y discriminatorias son excluidos de las posibilidades de obtener alimentos, medicinas, promesas de viviendas, créditos, ofertas de trabajo, apoyos, subsidios económicos u otras modalidades establecidas.

Así mismo, estos refugios de las discriminaciones y pobreza real son sometidos a un auténtico régimen militarizado, que nos recuerdan los campos de concentración del nazi-fascismo alemán del pasado. A Los refugiados les son impuestos regulaciones y registros extremos de vigilancia y control permanente. Amén del “bombardeo” a que están expuestos por los activistas del partido de gobierno, para incorporarlos a la filas de una manera obligatoria a los registros de la militancia roja. Todo se acompaña de las consabidas rendiciones de culto al “líder supremo de la revolución” y a los miembros de la élite de poder, encabezada ahora por Maduro.

Los venezolanos todos…estamos llamados a sacudirnos de este yugo del “apartheid rojo-rojito”. No podemos esperar demostrar o superar esa paciencia testimonial, única e histórica de Nelson Mandela de 50 años para derrotar el “apartheid” que imperó en esa Suráfrica de su amor eterno. ¡No, hasta allá no son nuestros retos y desafíos! Sino ante los comicios presidenciales convocados para este 14 de Abril. Ahí nos estamos jugando a Rosalinda. ¡Capriles Presidente! ¡Tú decides!


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