LENGUAJE “CANTINFLÉRICO” “CHAVO-MILITARISTA”

Los militares han sido formados para matar, afirmaba sin tapujos, en una entrevista periodística que le hicieron al escritor y poeta, Eduardo Liendo. Y cada día eso se confirma con los hechos, al contrastarlo con la realidad histórica. El 4F de 1992 con el golpe militar fracasado, liderado por Hugo Chávez, eso fue lo que hizo para intentar conquistar el poder por asalto en Venezuela, aunque en el lenguaje “cantinflérico” “Chavo-madurista” se pretenda edulcorar con una supuesta “rebelión cívico-militar revolucionaria”, distanciada del “golpe de Estado”. O cómo lo explicaba el fallecido “Comandante Supremo” en sus peroratas mediáticas, “la Fuerza Armada no es un masacrador del pueblo, sino un servidor social”.

Pero en el Golpe militar del 4F hubo muertos en los enfrentamientos en Caracas y otras regiones del país y, sin duda, este componente de las armas se ha encargado de demostrar históricamente para qué sirve, ante las protestas cívicas de calle del pueblo venezolano (se han contabilizado, por ejemplo, 43 civiles asesinados, sólo a raíz de las protestas estudiantiles del 12F de 2014). Amén de la promulgación del reciente “decreto militarista” de Padrino y Maduro, en el cual legalizan el uso de las armas para matar a los civiles que osen protestar contra este desgobierno despótico, corrupto y hambreador. Verbigracia la represión militar salvaje, cárcel, torturas y hostigamiento en contra de indefensos ciudadanos que se han incorporado a las protestas de calle, desde la fecha señalada y mucho antes.

Por cierto, lo anterior ha hecho trizas el lenguaje “cantinflérico” de Chávez, cuando decía: “Qué ejercito es éste que está torturando a unos señores allí, aun cuando fueran guerrilleros no tendrían por qué hacerlo”. Y en ese ayer y hoy, son incontables las denuncias de torturas de ciudadanos civiles en manos de militares. Hasta la ONU, otros organismos internacionales, parlamentos y gobiernos del mundo se han pronunciado, condenando estos hechos fascistas y criminales. El mismísimo Chávez, como respuesta ante muchas de esas denuncias, tomó la decisión de apartar a Venezuela de los organismos internacionales relacionados con la defensa de los derechos humanos. No quería, pues, ningún estorbo para comulgar con los actos de violación de estos derechos ciudadanos en Venezuela.

Esa concepción “militarista” del “proceso” siempre ha estado presente, desde la gestión oficial de Chávez, hasta con el actual desgobierno de Maduro. En ese lenguaje al estilo del gran comediante mexicano, Cantinflas”, el caudillo de Sabaneta, justificó el golpe militar del 4F, con casi absolutamente la participación del componente de la Fuerza Armada, por los conflictos entre las organizaciones civiles y porque aseveró: “no se logró la participación popular. Hubo apoyo pero no participación activa del movimiento popular”. Y además, siempre se opuso a que los civiles capitalizaran el golpe militar del 4F de 1992, especialmente de Causa R. En la actualidad Maduro, ha seguido los pasos del caudillo y él es un simple vocero de lo que dictamina la cúpula militar, la cual además tiene sus representaciones mayoritarias de liderazgo principal en la Asamblea Nacional, Gobernaciones, alcaldías, empresas pública e instituciones del país. ¿Alguien duda de la concepción “militarista” y “cantinflérica”de esta mal llamada “Revolución Socialista y Bolivariana?

Y como siempre concluyo este escrito con los hermosos poemas de Neruda: “Espinas, vidrios rotos, enfermedades, llanto/asedian día y noche la miel de los felices/ y no sirve la torre, ni el viaje, ni los muros: la desdicha atraviesa la paz de los dormidos/, el dolor sube y baja y acerca sus cucharas/ y no hay natalicio, no hay techo cerrado: hay que tomar en cuenta el atributo/”