La ignorancia, al parecer, es la mayor “virtud” del desgobierno de Maduro y sus incondicionales. Bajo la receta del rancio esquema “marxistoide” de la destrucción del dizque Estado burgués y la direccionalidad política de los Castro de Cuba, han hecho esfuerzos durante estos 15 años de despelote sociopolítico de hacer realidad lo mal aprendido en los manuales de Marx: acabando con el aparato productivo del país y por consiguiente con decenas de miles empleos en el sector privado, generando mayores calamidades para los excluidos sociales que dicen defender, sí nos atenemos a la retórica barata oficialista y a la propaganda engañosa por los medios controlados por el Estado.
No hay datos fiables de cuántas empresas y comercios han cerrado las puertas desde hace tres quinquenios con este desgobierno “socialista”, pero es evidente que son centenares, a la luz de las denuncias de empresarios, comerciantes y dirigentes sindicales. O peor aun cuando ante los medios o acciones de calles los mismos trabajadores afectados han reclamado estabilidad laboral y el pago de sus derechos laborales de ley.
Y lo más reciente, que refuerza lo dicho, los anuncios de varias empresas transnacionales (Toyota, General Motors y otras) de cerrar sus actividades operativas ante la inexistencia de las divisas requeridas para la producción de vehículos y reglas de juego claras en materia económica. Los empleos que generan estas empresas, que son miles y miles, aumentaría a niveles impredecibles el fenómeno del desempleo en el país. Con lo cual, además, se elevaría la crisis socioeconómica de la República, para distanciarse a grados siderales de cumplir con las metas del milenio ante la ONU de reducir la pobreza para el 2015.
A lo anterior se le suma, la quiebra y colapso de las empresas básicas de Guayana y los graves problemas financieros y gerenciales de PDVSA que, para sobrevivir, ha recibido los auxilios económicos del BCV o, a través de esa espiral de endeudamiento con China; que en paralelo al cobro de abultados intereses, ha venido exigiendo mayor participación en la explotación petrolera de la faja bituminosa del Orinoco y pagos de deudas a cambio de millones de barriles de petróleo a futuro. Las amenazas de que se abulten las tasas de desocupación laboral por estos gravísimos problemas, están ahí sobre el tapete de la incertidumbre nacional.
La política del “garrote vil”, persecución y cárcel en contra de dirigentes sindicales que han osado denunciar este infierno laboral y los escandalosos casos de corrupción, con participación de altos funcionario enchufados de este desgobierno; es la gota que rebasado el vaso, en este proceso acelerado de la destrucción de la República, a nombre de una supuesta “revolución socialista” que, lo único que ha demostrado, es su fracaso rotundo en los diversos órdenes de la vida nacional y la pérdida creciente de las condiciones y calidad de vida de todos los nacionales. ¡La convocatoria es a la lucha sociopolítica para salir de este túnel oscuro, cómo la vía más expedita para que el sol de la vida de la democracia de progreso resplandezca!
lunes, 10 de febrero de 2014
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