jueves, 6 de febrero de 2014

¡LA LIBERTAD SE CONQUISTA, NO SE MENDIGA!

Con el título de este escrito estoy parafraseando una frase histórica del apóstol de la libertad José Martí, quién en 1876, se refería a que: “Los derechos se toman, no se piden; se arrancan, no se mendigan”. Y con ello, con todo el respeto a la dirigencia de la MUD, uno está terciando en el debate político para decirles que no es posible conquistar la libertad de Venezuela de las garras de la tiranía roja rojita, identificándose con la tesis errónea del “colaboracionismo” con el régimen pro cubanovenezolano, porque no existen experiencias históricas que demuestren la sustentabilidad de esa postura. A no ser que sea –uno- el que este equivocado. Pero el debate, sin duda toma cuerpo, porque resulta una tarea de primer orden “arrancarle” la libertad y los derechos constitucionales, que son pisoteados a los nacionales por esta rancia élite cívico-militaroide, que ostenta hoy el poder político y del Estado desde la Habana y Miraflores.

Nadie, que no sea mezquino, podría poner en duda los esfuerzos sobrehumanos de la vanguardia de la MUD para lograr esos avances políticos y electorales en el campo de la disidencia venezolana y más aún, lo admirable de su conducta, por haber podido soportar estoicamente por espacio de 15 años las distintas oleadas represivas, acosos, persecuciones, hostigamiento y descalificaciones de toda índole por parte del régimen. No obstante, los procesos vividos, requieren de una severa dosis de reflexión y debate para poder extraer las lecciones enriquecedoras, que permitan ahora mayores avances del proyecto emprendido en esta etapa.

Identificar cuáles han sido las debilidades y fortalezas, las amenazas y oportunidades, para poder elaborar nuevas políticas, estrategias y sobre todo valorar con exactitud el rol que debe jugar la vanguardia disidente, para sacar lucidez del brillo del sol en pro de la participación ciudadana organizada. O también cómo dar ese salto cualitativo de la mera conducta electoralista a la inserción en las luchas sociales diarias de los ciudadanos, en la defensa de sus derechos, que son groseramente arrebatados por los mercenarios de la actual y arrogante élite de poder en el país.

Hay condiciones objetivas (crisis socioeconómica, política, institucional y moral) y subjetivas (hastiados y por deseos de cambio) en el contexto nacional que serían de gran provecho para contribuir a acelerar ese proceso del despertar colectivo, ante un pueblo que en una porción muy importante, todavía luce confundido por la labor realizada por los aparatos propagandísticos del oficialismo “castro-chavecista-madurista”; que utilizan con descaro las lecciones aprendidas del nazi-fascista alemán Gobbels, quién con maestría en el manejo de las artes del engaño y la manipulación; supo mantener por buen tiempo acciones alienantes que dejaron huella negativa en la conciencia colectiva del pueblo alemán, en aquella época aciaga para la humanidad entera.

La tesis del liderazgo colectivo y la de establecer mecanismo idóneos para la participación real y organizada de los ciudadanos cobra vigencia. La propuesta que rueda por el país de la convocatoria a una Asamblea Constituyente, se convierte el mecanismo ideal para que juntos contribuyamos a darle una salida pacífica, democrática y constitucional a la actual crisis y caos nacional por la cual atraviesa la República.

¡El debate y la acción colectiva suben al pedestal del protagonismo popular! ¡Tenemos la palabra y la decisión! ¡Activate!

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