viernes, 14 de febrero de 2014

ODIO SEMBRADO POR IDEOLOGIA CASTRISTA ACABA CON EL AMOR

Es una lástima que hoy en Venezuela, en el propio día de San Valentín, una enorme tristeza embarga el alma nacional, cuándo este desgobierno de Maduro, cómo instrumento del régimen castrista cubano, inunda las calles de la sangre de futuro, de represión salvaje, desapariciones y cárcel en contra de decenas de estudiantes, miembros de la disidencia democrática y ciudadanos comunes que optaron por protestar pacíficamente en las calles del país ante el desastre de las políticas oficiales: por la escasez de alimentos y otros rubros básicos, infernal índice inflacionario, violencia e inseguridad en todos lados, devaluaciones sucesivas de la moneda nacional ante el dólar, corrupción galopante, quiebra del aparato productivo nacional, crecimiento del desempleo y la evidente ineptitud gerencial ante las demandas ciudadanas por los apagones eléctricos o los pésimos servicios públicos. O la total ausencia de una idónea e imparcial administración de justicia, por el secuestro descarado de los poderes públicos, al ser concentradas las decisiones políticas de Estado en el poder ejecutivo de Miraflores y desde la Habana.

Durante estos 15 años de desgobierno rojo rojito la “ideología del odio” fue sembrada para recoger los frutos –ahora- de los desencuentros en el seno familiar, confrontaciones entre grupos sociales diversos, clases sociales y miembros de la sociedad en su conjunto. El Estado totalitario se encargó de minar el espíritu colectivo, los valores, principios, educación, ética ciudadana y hasta de los sentimientos religiosos. A través de esa ardua tarea “planificada” de imponer una supuesta nueva ideología colectiva, simbolizada en el manoseado “Socialismo del Siglo XXI.

Pero Lo más grave: nacieron los Frankenstein del “hombre nuevo” materializados en los clanes enchufados del poder de la corrupción administrativa de un Diosdado, Ramírez, Merentes, Aissami o Andrade. O en el otro extremo de la escala social, pero también enchufados con este desgobierno, con los llamados “colectivos armados”, los cuales desarrollan las sucias tareas criminales de “control social” hacia miembros de la disidencia democrática en el campo sindical, gremial, estudiantil, comunitario o agrupación política.

No obstante lo dicho, en este día tan especial de “San Valentín, acompañados de la poesía inmortal de Pablo Neruda, distantes del odio enfermizo de Maduro y su combo, entremezclamos esa paradoja entre esta tristeza colectiva que nos arruga el alma y este bello y sublime sentimiento humano: “Pienso, en esta época en que tú me amaste/se irá por otra azul substituida,/ será otra piel sobre los mismos huesos,/otros ojos verán la primavera/Nadie de los que ataron esta hora,/ de los que conversaron con el humo,/gobiernos, traficantes, transeúntes,/continuarán moviéndose sus hilos/…Qué mundo! Qué profundo perejil!/Qué nave navegando en la dulzura!/ Y tú tal vez y yo tal vez topacio!/ya no habrá división en las campanas/…y allí donde respiran los claveles/fundaremos un traje que resista/la eternidad de un beso victorioso/


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